Ganaron los toros

La Carolina presentó el mejor encierro. El Juli arrasó, no tuvo rival y eso no es bueno. ”Daría lo que fuera porque Cali vuelva a tener la mejor feria de América”. Análisis.

Cuando la Feria cierra sus puertas hasta diciembre del 2011, me queda un sabor extraño. En realidad, me quedan tres sabores. Uno amargo: el comprobar que no levanta vuelo esta Feria caleña, que fue, no hace mucho, la mejor de América. La única que se llenaba a diario. La única en la que tener un abono era un orgullo y un privilegio. Sólo Cali se abarrotaba todos los días. Ninguna otra en América. Cali era como Pamplona, llenos y alegría.Pero mataron a Cali. Los mismos que peleaban por lograr que yo no viniera, los mismos que consiguieron censurarme y silenciarme y echarme de Cali, esos dos años, consumaron un desastre taurino. Ganaderías que fracasaban volvían siempre. Eran las suyas. Los carteles perdieron categoría y las tardes de toros perdieron su tradicional alegría. La plaza se fue vaciando. Yo lo avisé y por eso era un tipo poco deseable. Volví a Cali y ahora me duele ver la plaza semivacía. Y daría lo que fuera para recuperar el esplendor perdido. Para que Cali vuelva a tener la mejor feria taurina de América.Pero el camino será angosto y nada sencillo. Hay que mejorar el toro, los carteles y ajustar los precios. Cali es caro, demasiado caro. Pero me gustaría colaborar en la recuperación. Sin rencores y aquí están mi hombro y mi mano para los que estén dispuestos a trabajar seriamente por esta Feria. No me importa apoyar a quien sea. De los conocidos o gente nueva. Cali está por encima de todo y lo hacemos entre todos o el barco se hunde.Segundo saborEs agridulce. Y me refiero a los toreros de la Feria. Sólo uno ha arrasado y le valen todos los toros: El Juli. Vive un momento brutal de técnica y seguridad. Juli es una aplanadora. Pero no ha tenido rival y eso no es bueno.Cumplió bien Luis Bolívar. El caleño es el mejor torero que tiene ahora mismo América. Me gustó mucho el primer día con el toro de Juan Bernardo Caicedo. Le vi ambicioso y feliz. Ese es el camino.En la tarde horrible de los toros de Fuentelapeña arrancó una orejita de poco peso. Facilona, sin el reposo que este torero ofrece en las tardes macizas y de éxito.Pero luego no hubo grandes explosiones. Guerrita Chico y Cristóbal Pardo pasaron con más pena que gloria. Muy lejos de lo que necesitan para subir su cartel. Santiago Naranjo se llevó otra oreja y cariñosa, pero está tremendamente nuevo y le queda mucho por mejorar.Paco Perlaza fue la dignidad. Pepe Manrique desaprovechó el mejor lote de la corrida de César Rincón. Juan Solanilla tiene mucho oficio en el campo. Fácil, maduro, pero tiene que abrocharse más con los toros. Ceñirse más. La plaza no es el campo. Pero tiene modos y maneras, y hay que esperar.José Fernando Alzate cortó una oreja porque dejó la estocada de la Feria. Mató sensacional y toreó con detalles, pero es que torea tan pocas tardes, que es lógico que tenga lagunas. Yo confío en él.Tercer saborSe trata del toro. Creo que los toros, en general, han estado por encima de los toreros. Muchos se fueron sin aprovechar. De Juan Bernardo Caicedo me gustaron dos y hubo otro aceptable. Sólo Bolívar estuvo a la altura.Las corridas de El Paraíso y Fuentelapeña fueron las peores, las más vacías y descastadas. Pero la de Ernesto González fue dulce para los toreros. Sin peligro.Me gustaron cuatro toros de la de César Rincón. Mucha gente no la supo ver. Pero el lote de Manrique era de puerta grande y el indultado por El Juli tuvo emoción, repetición, aunque hizo amagos de mansear. El último, el de El Cid, embistió cuando el torero dio el paso adelante, que es justo lo que el toro pedía.Me encantó la corrida de La Carolina. Cinco toros de gran trapío y enorme emoción. Ese es el toro para recuperar Cali. Encastados, serios, astifinos, variados. Tres toreros en buen momento cortan diez orejas. Fue, con mucho y a pesar del premio a Ernesto González, la corrida de la Feria.