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Familia caleña huye de Japón ante emergencia nuclear

La familia, compuesta por Yamile Suzuki, Jonathan Jaramillo, Alejandro Arcos, Roger Arcos y Miguel Ángel Jaramillo, permaneció en el aeropuerto de Tokyo desde el domingo pasado a la espera de un vuelo para regresar al país.

26 de marzo de 2011 Por: Redacción de El País

La familia, compuesta por Yamile Suzuki, Jonathan Jaramillo, Alejandro Arcos, Roger Arcos y Miguel Ángel Jaramillo, permaneció en el aeropuerto de Tokyo desde el domingo pasado a la espera de un vuelo para regresar al país.

Fueron seis largos días de espera para regresar a Colombia. 144 horas que cinco miembros de una familia caleña gastaron deambulando por dos aeropuertos de Japón hasta que se hizo el milagro: volver a su país. Eran Yamilé Suzuki, Jonathan Jaramillo y sus hijos Roger, Miguel y Alejandro, quienes llegaron ayer a Cali. Pese a que estaba cansado por las horas del viaje, la mala alimentación que ha tenido por estos días y el insomio que sufrió por el miedo a un nuevo terremoto, Alejandro tiene fuerzas para recordar la tragedia. Estaba en su casa cuando sonaron las alarmas de su celular y el televisor, avisando del temblor y su epicentro.“En Japón todos los celulares y televisores tienen ese sistema y como tiembla con frecuencia, terminas reconociendo el sonido”, cuenta.Los esposos relatan que aunque en su ciudad, Ichihara Shi, no se cayó ninguna casa y el agua del mar tampoco entró, ese día fue como el fin del mundo.“¿Has visto la película 2012?, pues fue algo como eso”, dice ella. Agrega que tras el terremoto fueron evacuados a un refugio en la parte más alta de la localidad, donde les dieron agua y comida, “pero era una situación horrible, porque no paraba de temblar”. Los alimentos, explica, se fueron acabando y la gasolina también, aunque advierte que no aguantaron hambre, pues siempre había un lugar donde conseguir provisiones. A estos caleños no les importó dejarlo todo a causa de la compleja situación por la que atraviesa Japón.“Aún sigue temblando y la zona donde vivimos está amenazada por riesgo de tsunami, pues es un relleno que se hizo sobre el mar”, afirma Alejandro, quien estudiaba en una institución donde los extranjeros aprenden japonés. Esta familia, que vivía a una hora de Tokyo, viajó junto a otros 110 colombianos desde Japón en una aeronave del gobierno venezolano que llegó a Maiquetía, Venezuela. Luego fueron repatriados en un avión Boeing 707 Zeus de la Fuerza Aérea Colombiana. Con letreros de bienvenida, globos de colores y el ritmo de la música popular de la radio caleña, sus seres queridos los recibieron con entusiasmo, en su casa del barrio Villa del Sur. Pero el retorno no sólo tiene alegrías. Ahora Yamilé y Jonathan están en el país que aman, pero donde no tienen trabajo y el futuro es incierto. Ella asegura que su reencuentro con la ciudad no ha sido fácil. Cuenta que en el trayecto del aeropuerto a su casa encontró una Cali estresante, pues los conductores abusan del pito en las calles y en Japón eso nunca se escucha. “A pesar de que en Japón estaba temblando, las personas paraban cuando el semáforo estaba en rojo, nadie trataba de adelantarse en la vía y las calles ya están completamente limpias”, explica la mujer.Jonathan, quien vivía desde hace tres años en Ichihara, opina que en cuanto la situación se normalice, le gustaría retornar al país asiático, donde, está convencido, las oportunidades laborales son mejores que en Colombia.Afirma que ante el éxodo de extranjeros, las vacantes laborales se incrementarán, pues éste es un país donde siempre hay trabajo y buenos salarios.Los Jaramillo Suzuki ya están en casa. Ahora no les queda más que seguir la tragedia a través de los medios de comunicación.Vea más información:Supermercados vacíos y gasolineras sin combustible, espejo del drama en JapónCiudadano colombiano está desaparecido en Japón

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