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Irene Tatiana Castillo tuvo que viajar desde Tumaco hasta Cali para abordar la ruta que la llevará hasta Chile. | Foto: Hugo Mario Cárdenas López - periodista de El País

CHILE

Exclusivo: el 'sueño chileno' se aborda en la Terminal de Cali

Más de 17.000 personas han salido este año con destino a Santiago, la capital austral.

22 de noviembre de 2017 Por: Hugo Mario Cárdenas López, reportero de El País 

Todo lo que lleva Irene Tatiana Castillo para este viaje es una pesada maleta cargada de ropa y de sueños. Aun así, en el fondo siente que va vacía, porque su alma se quedó en Tumaco, la ciudad donde debió dejar a su hijo de 6 meses de nacido.

Jhonatan Orrego y Estefanía Giraldo son esposos, son oriundos de la ciudad de Armenia y viajan juntos también a Chile con el entusiasmo y la esperanza de iniciar una vida en un país que les ofrezca mayores oportunidades.

Los tres viajan en el bus que partió en la noche del pasado sábado desde la Terminal de Transportes de Cali con 48 personas hacia la ciudad de Santiago, la capital chilena. Si todo sale bien, estarán arribando este jueves después de un recorrido de cinco días.

Y es que Cali se ha convertido en la plataforma de lanzamiento del ‘sueño austral’ para miles de personas en el occidente colombiano que han escuchado en el voz a voz que “en Chile hay empleo” y que “se gana cuatro veces más que en Colombia”.

Esas son las respuestas más comunes con las que han explicado su intención de viajar las más de 17.000 personas que han salido en lo corrido de este año desde la Terminal de Transportes de Cali con destino a Chile.

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De acuerdo con la planeación de viajes de las empresas de transporte, alrededor de 400 buses, con capacidad para 48 personas, han salido en el 2017 en esta ruta internacional por Colombia, Ecuador, Perú y Chile.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, la llegada de colombianos a Chile se caracterizó en los 90 “por profesionales o estudiantes en su mayoría, en algunos casos por ofertas laborales, y en el caso de los estudiantes por buscar programas de Educación Superior que no se encontraban en la oferta de Colombia”.

Pero ahora está llegando gente de bajo perfil educativo y que facilita, según los expertos en temas migratorios, que pueda ser explotada por redes de trata de personas.

Por su parte, el gobierno de la presidenta Michel Bachelet, quien también fue emigrante en Australia y Alemania tras ser prisionera política y torturada durante el régimen militar de Augusto Pinochet, viene promoviendo el programa de migración segura, según la gobernadora de la provincia de Antofagasta, Fabiola Rivero Rojas.

“La presidenta Bachelet además trabajó en la Acnur, en su condición de médica, con niños y niñas refugiados y por consiguiente el tema de la migración segura y reglada ha sido su motivación desde el inicio de su gobierno y es así como nace el programa ‘Chile te recibe’, con el propósito de visibilizar esas personas para la red de protección social chilena”, explica la gobernadora Rivero Rojas.

La Organización Internacional para las Migraciones explica que el enorme mercado laboral mundial les permite a los empleadores “contratar migrantes como parte de sus estrategias de reducción de costos”.

Una carrera de obstáculos

Cuando se viaja a Chile por tierra, el llamado ‘sueño austral’ empieza a perseguirse desde Perú. Dos días antes de tocar suelo chileno.

Así lo explicaron a El País varios colombianos residentes en Antofagasta y quienes vivieron la difícil experiencia de meterse en un bus durante cinco días hasta la capital de Chile.

“Uno sale convencido de que la suerte y la posibilidad de entrar a este país se la juega en la frontera chilena, pero resulta que a uno lo roban es en Perú”, cuenta Jhonatan Velasco, quien llegó hace dos años a Antofagasta.

“Ya las autoridades peruanas saben que los buses que salen de Cali llevan gente que se piensa quedar en Chile y que deben llevar, como mínimo, los US$500 para demostrar solvencia durante su estancia aquí y le quitan con cualquier excusa o amenaza de no poder seguir US$50 o US$100”, cuenta.

Lo propio se viene presentando en los últimos años en los puestos de inmigración en la entrada a Chile.

“A mí me pidieron el carné de la empresa en la que trabajaba en Colombia para demostrar que venía de paseo y que me iba a regresar; como no lo tenía, el tipo me devolvió y me mandó de rebote a Tacna, que es en Perú”, cuenta otro colombiano que prefirió que no se mencione su nombre.

Ya en la ciudad de Tacna hay coyotes dedicados a pasar colombianos y personas de otros países a través de pasos ilegales por el desierto o con un recorrido extraordinario para ingresar por la frontera entre Bolivia y Chile.

La técnica, cuentan los inmigrantes colombianos consultados, es que hay peruanos y colombianos que lo preparan a uno para que diga que es un perseguido en Colombia y que viene solicitando refugio.

“Con esas series de televisión que mantienen pasando, los chilenos creen que Pablo Escobar todavía está vivo, que anda matando gente en Colombia y que todos estamos huyendo del cartel de Medellín”, cuenta uno de ellos.

Freddy Patiño también realizó el recorrido por tierra y asegura que los cinco días de viaje en el bus son un tormento aparte. “Uno va derecho de Cali hasta Lima y son tres días sin bañarse; imagínese a lo que empieza a oler ese bus con más de 40 personas adentro en las mismas. Al que sea asquiento se le puede acabar el sueño chileno desde el mismo bus”.

“Emigrar no es una aventura, es un proyecto de vida”

El antropólogo y docente universitario, Alejandro Bustos Cortés ha estudiado durante varios años la llegada de colombianos a Chile y considera que lo ideal es que “la migración en general no se vea como una aventura, sino como un proyecto de vida”.

“Para los colombianos que quieren venir a Chile, deben informarse muy bien sobre la realidad del país y el tipo de documentación que se necesita. Que tengan contactos previos y dónde llegar, en especial a Antofagasta, donde hay un problema grave de tipo habitacional”, aconseja Bustos Cortes.

Considera que el inmigrante debe ser una persona preparada y dispuesta a aceptar los desafíos que significa su proyecto de vida y evitar relacionarse con quienes les promete entrar por pasos ilegales, porque corre el riesgo de ser detenido y criminalizado.

Bustos es defensor de la migración y cree que “es un fenómeno global al que todos debemos acostumbrarnos”.

Rechaza la estigmatización de algunos sectores en contra de los colombianos y recordó que “las cifras revelan que casi la totalidad de actos criminales en Antofagasta los cometen chilenos, no colombianos”.

Cree, además, que la llegada de inmigrantes a Antofagasta, e incluso de otras regiones de Chile, se debe a la economía del cobre. “De manera que no me extraña que incluso llegando a Cali esta noticia de la prosperidad que se produce en el norte de Chile resulte atractiva para más gente y quieran venir a trabajar en esta región”.

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