El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

David Camilo Álvarez con el robot ICub que conoció en un laboratorio de Japón. “Ese robot mueve todo el cuerpo, ve y escucha”, comenta. | Foto: Foto: especial para El País

OXFORD

Estudiar en Oxford, la meta por la que un joven caleño ha tocado las puertas de Santos y Shakira

El próximo 15 de julio vencerá el plazo para que David Camilo Álvarez Charris, de 22 años, pague la maestría para la que fue admitido en la prestigiosa universidad inglesa.

25 de junio de 2017 Por: Carlos Cubillos / Semillero de Periodismo UAO-El País 

“Yo quiero estudiar la inteligencia biológica para mejorar la inteligencia artificial”. Este es el sueño de David Camilo Álvarez Charris, un caleño de 22 años, egresado de ingeniería mecatrónica de la Universidad Autónoma de Occidente, que en la actualidad está 'adportas' de estudiar en la Oxford, una de las universidades más prestigiosas del mundo.

Su disciplina, pasión y constante esfuerzo para cumplir sus sueños lo hicieron acreedor de una beca para realizar su tesis en Suiza, ser ponente en Grecia, tener tres travel grants (apoyo financiero) para realizar cursos de verano en España, Estados Unidos y Japón; y a principios de este año fue aceptado en la reconocida universidad inglesa para realizar una maestría en neurociencia.

Su pasión por la mecatrónica y la inteligencia artificial empezó desde el colegio. Cuenta que cuando estaba en noveno grado le gustaba tanto la mecánica como la electrónica “y desde ese entonces mi sueño era crear robots, por eso escogí la mecatrónica”.

Además, siempre se destacó por su desempeño académico y ocupó el puesto 9 en las pruebas del Icfes. Durante su carrera universitaria recibió en dos oportunidades el premio a la excelencia y en su graduación fue distinguido como el mejor promedio de la Facultad de Ingeniería.

Por el mundo

Gracias a su alto promedio, destacables proyectos y un convenio entre la Universidad Autónoma y la Universidad HEIG-VD de Yverdon-les-Bains en Suiza, David fue el ganador de una beca que le permitió realizar su tesis de pregrado en dicha institución.

Su trabajo consistió en simular virtualmente un enjambre de pájaros y lograr que por medio de programación y modelos matemáticos este se moviera detrás de un líder; posteriormente, llevó esto a la realidad: creó un robot que él mismo controlaba con sus movimientos y logró que el enjambre siguiera el desplazamiento de dicha máquina.

David decidió enviar su tesis al Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE), la asociación mundial de ingenieros eléctricos y electrónicos. Fue tan bueno su trabajo que dicha organización le otorgó una beca para exponerlo en el ‘IEEE Symposium Series on Computational Intelligence 2016’, un simposio realizado en diciembre del año pasado en Atenas, la capital de Grecia, que contó con la presencia de destacados ingenieros de todo el mundo.

Además de lo anterior, en aras de seguir aumentando su conocimiento, David aplicó y fue seleccionado para realizar tres travel grants, es decir, apoyo económico que otorgan diferentes instituciones educativas para realizar cursos o talleres.

El primero fue un curso de verano sobre el aprendizaje automático, realizado por el ‘Instituto Max Planck de Sistemas de Software’ en Cádiz, España, en mayo del año pasado.

Posteriormente, en agosto, asistió al ‘Taller de computación neural y de psicología’ en Philadelphia, Estados Unidos, el cual trató sobre las diferentes ramas de la inteligencia artificial teniendo en cuenta la psicología y el funcionamiento del cerebro.

Por último, en mayo de este año, asistió al ‘Centro de información y redes neuronales’ en la Universidad de Oxaca, en Japón’. Este curso de verano abarcó el estudio de la conciencia desde la perspectiva neurocientífica, artificial, filosófica y robótica. “Estos cursos cambiaron mi forma de ver la ciencia. Y fueron muy peculiares porque todos los asistentes eran estudiantes de PhD o incluso de post-doctorados, yo era el único novato”, comenta.

Estudiar en el exterior ha significado para David un constante crecimiento intelectual, cultural y personal. En cada experiencia pudo abarcar temas muy avanzados, con laboratorios llenos de la mejor tecnología, con docentes de diferentes países que lo llenaron de conocimiento y nuevos ideales.

Sin embargo, manifiesta que lo más interesante fue estudiar con personas de todo el mundo, conocer las costumbres de cada uno, y discutir sobre las diferentes religiones y tradiciones lo han hecho abrir su mente y expresar que “ya no me siento un ciudadano únicamente colombiano, me siento un ciudadano del mundo”.

Por lo anterior, sus más allegados se sienten muy orgullosos de él. “Yo he visto la evolución de David. Sé lo apasionado que es con sus cosas y eso es lo que lo ha llevado a cumplir todos esos logros”, asegura María Camila Álvarez, su novia desde hace cuatro años, quien, al igual que él, se graduó de ingeniería mecatrónica y también fue ganadora de la beca para hacer su tesis de pregrado en Suiza.

Colombian to Oxford

“Mi visión es descubrir cuáles son los principios del cerebro humano para incorporarlos a la inteligencia artificial y que esta sea capaz de transformar los grandes problemas sociales”.

Con el anhelo de cumplir este sueño, David aplicó para la maestría de Neurociencia (MSc of Neuroscience) en la Universidad de Oxford, Inglaterra. Este master tiene una duración de un año y proporciona un amplio conocimiento en las tres ramas de la neurociencia: molecular, celular y sistemas.

Después de haber sido preseleccionado, David sostuvo una entrevista vía Skype con un comité evaluador integrado por cinco científicos, directores de grupos de investigación en Oxford. Para ello, tuvo que crear y presentar un proyecto propio.

En esta ocasión realizó un robot con forma de araña y por medio de modelos matemáticos simuló un sistema neuronal para que pudiera moverse. Ademas, logró que la araña identificara estímulos como depredadores y pudiera retroceder para huir de ellos. Después de presentar dicho proyecto, los evaluadores le realizaron preguntas durante 20 minutos.

Unas semanas después recibió la noticia de que había sido admitido. “Yo no pensé que fuera a pasar, cuando terminé la entrevista estaba exhausto y pensé que no les había gustado, pero lo logré”, expresa con orgullo.

No obstante, el sueño de David podría derrumbarse. La maestría tiene un costo de US$27.000, sin contar la manutención que sumarían otros US$18.000.

Con el fin de lograr su objetivo, el ingeniero ha contactado a personajes de la política como al presidente Juan Manuel Santos, quien lo envió a Colfuturo o Icetex, pero, comenta David, sus ayudas no alcanzan y funcionan a manera de préstamo, que lo obligan a volver al país a pagar en muy poco tiempo. Además, ha contactado por redes sociales a personajes del entretenimiento como Shakira, al rapero Eminem e incluso al Premio Nobel en Medicina Erwin Neher.

Y a pesar de que cuenta con el apoyo de su familia, su colaboración no alcanzaría para cumplir su sueño.

Pero no quiere darse por vencido. Actualmente está haciendo una campaña de recolección de fondos llamada ‘Colombian to Oxford’, en la que por medio de la página web indiegogo.com expone su historia y cualquier persona del mundo puede hacer una donación de la cantidad que desee.

Hasta el momento ha logrado recolectar tres mil dólares y lastimosamente tiene plazo hasta el 15 de julio para lograr su meta.

“Es muy frustrante no poder cumplir tus sueños por dinero. Si logro cumplirlo, haría muchas cosas para mejorar el mundo, por eso le ruego a la gente que me ayude”, expresa sin perder la ilusión de llegar a Oxford.

David no pierde la esperanza de estudiar en la segunda mejor universidad del mundo. Sin embargo, si no alcanza la suma total que necesita, las donaciones las utilizaría para realizar una maestría de informática en la Universidad de Edimburgo u otra en Ciencias de la Computación en la Universidad EPFL en Suiza, en las cuales también fue admitido.

Con un gran futuro por delante, David tiene claro que “la combinación entre disciplina y pasión son la clave del éxito”.

AHORA EN Cali