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Cali, en la retina del director Carlos Moreno

Este director caleño, triunfador en el Festival de Sundance, no sueña con el Oscar. Prefiere el bajo perfil y hacer cine con acento local.

6 de febrero de 2011 Por: Claudia Liliana Bedoya S.

Este director caleño, triunfador en el Festival de Sundance, no sueña con el Oscar. Prefiere el bajo perfil y hacer cine con acento local.

1. La clave del éxitoUn premio en Sundance, una nominación al Goya y una prenominación al Oscar de la Academia son la mejor carta de presentación que puede tener el director caleño Carlos Moreno Herrera.Esta semana triunfó en el Festival de Cine Independiente de Sundance, en Utah, EE.UU., al lograr el Premio a la Mejor Fotografía en la Competencia Internacional por ‘Todos tus muertos’. Así, Moreno batió su propia marca y se reafirmó en la historia del cine nacional al ser el primer director colombiano seleccionado dos veces para Sundance –primero con ‘Perro come perro’ y ahora con ‘Todos tus muertos’– y además, tener en su haber un premio del connotado festival creado por Robert Redford. Aunque ‘Todos tus muertos’ se estrenará en Colombia a finales de mes en Cartagena, ya se conoce en Europa por su participación en el Festival de Rotterdam que finalizó el viernes.Por sus logros Moreno podría ser un egocéntrico, pero “no se ha dejado contaminar por los premios. Es una persona sencilla que está preparado para soportar las críticas”, señala el crítico de cine Alberto Posso. Muestra de su humildad es que prefiere que hablen de sus películas y no de él, y en los rodajes crea un ambiente de amigos. De eso da cuenta el actor Marlon Moreno, quien lo acompañó en el primer corto llamado ‘Margarita’, luego en el primer video institucional y posteriormente en su ópera prima ‘Perro come perro’. “Carlos se deja llevar por su intuición, siempre deja trabajar al actor y en medio de esa búsqueda encuentra su camino como director”, explica Marlon. Ese aplomo y tranquilidad también se da en la creación de un guión. Cuenta su esposa Claudia Mónica González que Carlos no se aleja del mundo para escribir, todo lo contrario, saca tiempo para construir un guión, ser papá y esposo. Eso sí, en las noches, es cuando tiene sus estados de máxima concentración, pero tampoco llega al punto de ser un noctámbulo. Muchas ideas para sus películas han surgido de conversaciones con sus amigos, y se han ‘cocinado’ en cenas de espaguetti o en tertulias en ‘La Bodega Cubana’, sitio nocturno al sur de Cali donde comparte con Alonso Torres, guionista de ‘Perro come perro’ y ‘Todos tus muertos’. Torres cuenta que a la hora de trabajar, “todo parece una conversación. Cuando escribimos los guiones nos divertimos como enanos, así los personajes tengan mucha carga emocional y violencia”.Aunque el director es perfeccionista, no llega al punto de ser dogmático. “Es riguroso al abordar sus proyectos. Cuando ve que el proyecto está maduro, lo hace”.Y eso lo refleja en el rodaje. El director Oscar Ruiz Navia (‘El vuelco del cangrejo’), quien fue asistente de dirección en ‘Perro come perro’, dice que una cualidad de Moreno es que “maneja su equipo con precisión sin ser arrogante. La tranquilidad que genera al grupo hace que todos trabajen a su ritmo y con mucha pasión. Él reescribe su planificación al rodar. Tiene ojo de montajista cuando filma”.Su método fue la razón para que el productor Diego Ramírez se haya ‘casado’ con sus proyectos. “Me gusta su juicio para trabajar”, afirma. Tan buena química hay entre ellos, que desde ‘Perro como perro’, “Diego le pidió a Carlos estar en su siguiente proyecto, independiente de cual fuera porque para un productor es vital tener un buen director”, señala Torres.Para Moreno, el éxito de ese ‘matrimonio’ creativo con Ramírez está “En un coctel de cosas como la vocación apostólica por el cine, el rigor y la franqueza. Hacer cine es casi una conspiración, y para conspirar uno tiene que ser cómplice”. Moreno, quien alimentó el gusto por el séptimo arte en los cineclubes de los teatros San Fernando, Bolívar y Calima, sabe además transmitir su pasión por el cine a través de talleres del programa ‘Imaginando nuestra imagen’, de la Dirección de Cinematografía del Ministerio de Cultura. “Tendría talento para ser un académico, si así lo hubiera querido. Como tallerista se pone al nivel de su auditorio. Es su virtud. Él sabe descubrir los talentos que hay en las personas”, dice María Cristina Díaz, amiga de Moreno y asesora de la dirección de cine de Mincultura.Y mientras va por el mundo con ‘Todos tus muertos’, su conspiración de hacer cine independiente sigue en marcha, pues trabaja junto a Torres en la escritura de dos guiones: ‘Viene el jaguar’ y ‘El submarino’.2. A su maneraDesde Rotterdam, Holanda, donde su película ‘Todos tus muertos’ participó en la selección oficial del Festival de Cine, Moreno habló con El País: h3>¿Por qué le interesa llevar primero sus películas a Festivales y luego proyectarlas en Colombia?No hay una estrategia. Ocurre que la película, cuando la envías a un festival como Sundance o Rotterdam, no está finalizada y queda seleccionada. Además, estos Festivales que son de categoría ‘A’, exigen que el estreno mundial sea en su Festival. Además, para estrenar en Colombia uno tiene que buscar un espacio. ¿Le interesan más los festivales o la taquilla colombiana?Hacer cine. Obviamente hay cosas que garantizan que uno pueda seguir haciendo películas y eso es que la película tenga una buena recepción, una buena crítica. Lo importante es que la película quede bien hecha, independiente de la crítica. ¿Por qué insiste en retratar la realidad sociopolítica de Colombia cuando muchos buscan solo humor costumbrista?Pretendo contar algo humano. Opino desde Colombia porque es donde tengo las posibilidades de filmar y a mí me interesa hacer un retrato humano y eso es lo que contiene nuestra sociedad. Creo que en Colombia la gente se ha vuelto muy ‘facha’, demasiado conservadora y tiende a pensar que las películas colombianas sólo hacen eso. En Colombia se debe hacer de todo y los autores tienen que poder hacer de todo y tenemos que vencer esa resistencia, esa posición de que todo tiene que ser como un comercial de televisión. ¿Quiere decir que no lo vamos a ver haciendo comedia sino que va a seguir por el camino que ya ha trazado con dos películas?Quiere decir que Carlos Moreno como realizador tiene el derecho de hacer lo que él quiera, de contar la historia que a él le salga del alma sin que nadie diga cuál es la historia que deben hacer los directores colombianos. Esa es la verdadera libertad y eso habla de la salud mental de una sociedad, de la capacidad de tolerar una historia que ella misma, como sociedad, genera. ¿Por qué le tiene resistencia a la farándula? ¿Por qué prefiere el bajo perfil?No es que tenga resistencia, sucede que no me interesa. Si yo en esa vida pública encontrara lo que a mí me gusta, estaría ahí, pero no está ahí. ¿Y dónde está?En cosas sencillas como mi familia y mis amigos. ¿Ese paso por la publicidad fue productivo para usted?No. Era un trabajo cualquiera del que no me arrepiento. Pero no le debo nada a la publicidad.¿No volvería a ese mundo?Sí, claro, si me toca vuelvo. ¿Pero lo haría por remuneración?Sería por el único motivo. ¿Es cierto que con la publicidad hizo capital para sus películas?Sí, es cierto, trabajé duro en Colombia y Centroamérica haciendo comerciales de televisión. Era la gran conspiración que yo tenía: armarme de valor y dinero para arrojarme en una aventura que no sabía si iba a tener lógica o no. Es más, todavía no sé si la tiene. ¿Aspira a estar en Hollywood?La verdad, no. Entonces, ¿prefiere quedarse trabajando en las historias locales?Sí, creo que todo lo que tengo de vida cinematográfica lo puedo contar desde mi región, ahí podría encontrar todas las historias de la condición humana que es lo que me interesa. Creo en una frase de Tolstoi que dice: ‘Habla de tu aldea y serás universal’.3. Inquieto MorenoCarlos Moreno Herrera nació el 28 de agosto de 1968 en Cali. A sus 43 años está casado, desde hace tres, con la comunicadora Claudia Mónica González y es padre de Guadalupe, una niña de 17 meses. Hijo de Humberto Moreno y Sonia Herrera, egresado del Colegio Pío XII y alumno de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Valle, este amante del cómic demostró lo qué quería como profesional.Antonio Dorado, su profesor, lo recuerda como “un estudiante de un temperamento calmado, sencillo, inteligente, con facilidad para trabajar en el montaje”.Apasionado por el rock y bajista a puerta cerrada, Moreno plasmó su gusto por la música a través de la producción de los documentales ‘Cali Rock’, donde retrató el quehacer de agrupaciones caleñas. Estudió narrativa audiovisual en la Universidad de Barcelona y su tesis sobre la narrativa en el videoclip fue laureada. A su regreso trabajó en publicidad, campo que no lo convencía. Carlos Eduardo Cataño, un colega y amigo con quien compartió apartamento en Bogotá, recuerda que nunca les gustó esa línea. “Entendíamos que la publicidad era un negocio antes que nada, donde había que aguantarse las presiones de los clientes y los creativos de las agencias con una cantidad de egos que no compartíamos”.Su amiga María Cristina Díaz reafirma que la publicidad no era una prioridad para Carlos, sin embargo, gracias a ella “tuvo un proceso de formación cinematográfica, se familiarizó con el diseño de producción y le permitió tener un conocimiento más amplio”. Paradójicamente, gracias a la publicidad pudo capitalizar recursos para su ópera prima: ‘Perro come perro’. “Fue valiente al dejar su zona de confort y abandonar su trabajo en publicidad, que era algo fijo. Se animó a arriesgarlo todo para apostarle al cine”, anota su esposa Claudia Mónica González. Y es que hacer cine independiente parecía ser un sueño que se anidó desde la universidad. A su paso por Bogotá, cada vez que se encontraba con compañeros de Univalle como Diego Jiménez (director de fotografía de ‘Todos tus muertos’) o Jorge Navas (‘La sangre y la lluvia’) siempre se gestaba una especie “de conspiración y siempre estaba en el aire la idea de hacer un película”, recuerda Díaz. De carácter austero, Moreno se ha distinguido por saber vivir con lo que hay. Su amigo Carlos Eduardo Cataño cuenta que en Bogotá “si no había plata para salir, no se salía; si sólo había espaguetti con atún, eso se comía; si no había para comprar buen trago, pues con vino de caja”.Dice que a pesar de poder acceder a ciertos círculos sociales, eso nunca le ha interesado a Moreno. “Siempre ha tenido una posición crítica frente al esnobismo, y pese a su reconocimiento no le interesa ser estrella”.Para Alonso Torres, Moreno además de buen amigo es un hombre que “no ambiciona ser el megadirector. Sólo quiere contar sus historias”.Muestra de su bajo perfil y del cerco que tiene en torno a su vida privada, es que no le gusta usar Facebook, aunque sí lo tiene para sus películas. “Eso forma parte de cuidar la parcela personal. Respeto a quienes lo usan, pero para mí el Facebook es un asunto ‘egomaníaco’, en donde la gente quiere ser visible de cualquier manera”.Su tranquilidad abruma en momentos de tensión y no se le ve exhaltado. Y aunque su esposa diga que él “piensa antes de hablar y respira antes de entrar en un conflicto”, hay quienes dicen que Moreno se guarda todo. El propio realizador reconoce, aunque tímidamente, que es perfecionista, rebelde, irreverente, que prefiere callarse muchas y que lo saca de casillas la intolerancia.Amante de la literatura colombiana y latinoamericana, de la música y la gastronomía del Pacífico colombiano, Moreno antes de una película “lee libros de cine, guión, montaje, es muy estudioso; y físicamente se prepara con clases de ‘spinning’”, cuenta su esposa.Además, cada proyecto lo piensa para hacerlo con sus amigos porque “con ellos se siente más seguro y cómodo”, señala Torres.Y cada trabajo se lo encomienda a la Virgen de Guadalupe. Dice su esposa que “siempre se pone una camiseta con la imagen de la Virgen, la tiene que llevar cuando va iniciar rodaje, el día que termina y cuando va a estrenar la película, ese es su ritual”.A grandes rasgosEstudios: Es comunicador social de la Universidad del Valle y tiene un magister en narrativa audiovisual de la Universidad Autónoma de Barcelona. Sus inicios: Trabajó en el Centro de Producción de Univalle como editor. Desempeño en la publicidad: Trabajó para Caracol Televisión, Laberinto Films, Pato Feo Films e Imagen Films. En televisión: Dirigió un programa de literatura para Señal Colombia llamado ‘Libro abierto’; para Sony también dirigió ‘Los caballeros las prefieren brutas’; en Fox hizo ‘Tiempo final’, ‘Sin retorno’ y ‘Psiquis’, ésta última aún sin estrenarse, que es la versión para Latinoamérica de ‘Mental’. Dirigió ‘El cartel de los sapos’, película que está en posproducción.Documentales: ‘Uno, la historia de un gol’ sobre la selección de fútbol de El Salvador en el Mundial España 1982.Opinión dorada"Su apuesta es dinámica, joven, estética e inteligente. Gusta en los festivales por ese montaje dinámico, por su puesta en escena y por la forma como explora la imagen”. Antonio Dorado, director de cine y docente.

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