En el barrio Los Cámbulos hay huecos de hasta cinco metros de diámetro

Habitantes del sector piden pronto arreglo de las vías. Deterioro de redes impide trabajos, dice el Municipio.

En el 2013, los habitantes del barrio Los Cámbulos le ‘celebraron’ el cumpleaños número diez al  mayor hueco que tiene una de las vías del sector. Con pastel y gaseosa le cantaron un ‘Happy Birthday’, confiando en que la actividad captara la  atención de las autoridades, que según ellos es nula. Hoy, dos años después, dicen seguir esperando un plan de intervención.  

 “Nosotros limitamos con la Calle 9 y la Autopista Sur y las carreras 39 y 43, que son vías principales  y su estado es deplorable. Todas las vías dentro del barrio están completamente abandonadas”, dice Pedro Jalvin, exmiembro de la Junta de Acción Comunal (JAC). 

Los hundimientos en la zona alcanzan cuatro y cinco metros de diámetro y en algunos la profundidad es tal, que los vecinos denuncian que sus automoviles han presentado daños en  su funcionamiento y en el sistema de amortiguación. Además, la Carrera 40 entre calles 9C y 10 no está pavimentada, porque según los vecinos, el local comercial que ocupa la zona   no lo permitió. 

 “Cuando  llueve,  todo el barro de esa parte nos llega y cuando hace verano el viento  trae polvo en cantidades. Además, por estar destapada es muy peligrosa. A mí me atracaron allí”, dice  Carmen Hernández, propietaria de una vivienda en el sector hace 42 años.  

Los vecinos denuncian que las bodegas, como la del mencionado local, han incrementado el tránsito de vehículos de carga pesada, lo que afecta a las vías colectoras que no están diseñadas para recibir el impacto de los camiones.             

[[nid:405439;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/03/cumpleanos-huecos-cambulos.jpg;full;{Esta fue la ‘celebración’ que los vecinos del barrio le organizaron al hueco que en el 2013 cumplió una década de existencia.Foto: Especial para El País}]]

Pedro Jalvin dice que han agotado todos los medios solicitando una  intervención urgente y que incluso un vecino le entregó  directamente al  secretario de Infraestructura, Miguel Meléndez, una carta el 10 de septiembre del 2014. En el oficio los vecinos exponen la situación y le explican al funcionario que “en revisiones pasadas Emcali advirtió graves indicios de averias en varias de estas vías, con el peligro de hundimientos que afectarían las redes de acueducto y alcantarillado”.

Sin embargo, afirman no haber obtenido respuesta alguna de la Secretaría. “Son siete derechos de petición que hemos enviado, tres a Infraestructura y el cuarto a  Emcali. Uno por año. El último por fin Emcali lo contestó y están realizando la verificación, pero solo focalizados en la Calle 9A”, afirma  el representante de la comunidad.   

 La Secretaría de Infraestructura responde que no pueden adelantar trabajos mientras  Emcali no certifique que las vías tienen menos de 30 años de funcionamiento, y explican que de realizar la intervención el riesgo de romper  las redes es grande, lo que afectaría enormemente a la comunidad. 

“El acueducto y alcantarillado de todo ese sector de la Comuna 19 tiene entre 30 y 40 años de servicio. En estas condiciones es absolutamente necesario intervenir esas redes antes de tapar los huecos, porque si no es plata perdida”, explica el subsecretario de Infraestructura, Carlos Ignacio Hurtado.

 El funcionario añade  que la adecuación necesaria no solo involucra las redes de alcantarillado, sino también las de acueducto porque anteriormente estas estaban “pegadas a las vías y hay que hacer cambio en las domiciliarias rompiendo el andén”, lo que implica un tiempo de espera de varios meses.

Las respuestas parecen no convencer a los vecinos, quienes se preguntan a dónde van a parar sus impuestos. “El predial se incrementó entre 30 % y 50 %, pagamos casi $600.000 de servicios, pero eso no se ve. Los huecos cada vez son más y peores”, dice Pedro.   

La situación ha obligado a algunos vecinos a ‘parchar’ los huecos con los escombros que recogen de obras cercanas.     “Yo les pedí a los obreros que  pusieron el policía acostado de la 40 que taparan un  hueco al frente de mi casa con las sobras. Les pagué de mi bolsillo,  compré los tres bultos de cemento que se necesitaban  y yo misma me puse a dar pala”, recuerda Carmen.

El hueco al que le celebraron una década de existencia también fue tapado por un vecino, pero volvió a aparecer y ahora ocupa el ancho de un carril.   

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