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El vallecaucano que cumplió su sueño de trabajar en Microsoft

Esta es la historia de Luis Miguel González, el bugueño que desde hace cuatro años trabaja en Microsoft. Fue contratado por la multinacional antes de graduarse de la Universidad Icesi.

18 de diciembre de 2016 Por: Anderson Zapata Reyes, reportero de El País

Esta es la historia de Luis Miguel González, el bugueño que desde hace cuatro años trabaja en Microsoft. Fue contratado por la multinacional antes de graduarse de la Universidad Icesi.

"Las compañías de tecnología son para mí  lo mejor en el área de la ingeniería de sistemas, nunca pensé que trabajar en una fuera algo posible”, reconoce Luis Miguel González, que  a pesar de ver tan lejana la posibilidad de pertenecer a Microsoft en Estados Unidos, lo logró antes  de graduarse de la universidad y con 21 años ya tenía su lugar asegurado en la multinacional fundada en 1974 por Bill Gates y Paul Allen. 

El sueño de trabajar en Microsoft, una de las mejores empresas del mundo según el informe del 2011 del instituto Best Place to Work, se empezó a gestar desde los pasillos de la Universidad Icesi, de donde es egresado Luis Miguel como ingeniero de sistemas. Hace seis años se enteró de la convocatoria para participar en el concurso ‘Imagine Cup 2010’ (Copa de la Imaginación) organizado por parte de la multinacional en Colombia.

 Luis Miguel y su grupo conformado por tres compañeras más lograron desarrollar la aplicación llamada ‘Be a fighter’, una herramienta dirigida a quienes requieren rehabilitación tras haber sobrevivido a un accidente con una mina antipersona. “En la aplicación incluimos algoritmos de reconocimiento, tecnologías básicas de video llamada y  recursos educativos”, explica Luis Miguel, quien nació en Buga, pero decidió estudiar en Cali.

Este proyecto compitió con otras 90 iniciativas de varias universidades de Colombia. Finalmente los jurados lo eligieron como el mejor para representar al país en la final realizada en Polonia, lugar donde estaban los mejores desarrollos del mundo. Y  aunque en esta ocasión no ganó, esto no fue obstáculo para presentarse de nuevo a las convocatorias del año siguiente  con otro proyecto con el cual pudo ganar nuevamente  a nivel nacional y llegar a la final de Nueva York. El sueño estaba cada vez más cerca.

 “Estas experiencias me sirvieron para entender que los ingenieros podemos utilizar nuestros conocimientos para hacerle un bien a la sociedad”, recuerda este joven de 25 años, quien se ha convertido en el  ejemplo a seguir por sus dos hermanas menores.

 Gracias a estas participaciones internacionales, el exalumno del Colegio Gimnasio Central del Valle, de Buga, fue contactado por la multinacional cuando cursaba noveno semestre para realizar pruebas donde evaluaban su proceso mental para solucionar problemas de programación y algoritmos.“Él inicialmente estaba  nervioso porque debía presentar por Internet una entrevista preliminar en inglés, pero tenía la esperanza de poder clasificar a las pruebas finales para ingresar a la compañía”, recuerda Guillermo Londoño, docente de la  Icesi. Y así fue, Luis Miguel obtuvo una alta calificación en la entrevista  y debía viajar a Brasil para presentar las pruebas definitivas. En Sao Pablo  lo entrevistaron en cinco oportunidades. En cada entrevista debía resolver problemas de algoritmos y programación.  Tenía claro que debía jugársela. 

“Nunca vi una oportunidad como esta en el horizonte porque inconscientemente nos ponemos límites sobre lo que podemos lograr en nuestra vida, y estos se intensifican más cuando la sociedad nos coloca barreras  sociales y económicas”. Esta vez las barreras no fueron impedimento y  clasificó.  El sueño se había cumplido y más rápido de lo esperado.

“Yo no esperaba que se me fuera a ir tan rápido de la casa, fue una alegría muy grande cuando él me llamó a contarme que le habían dado el trabajo”, asegura Lucely Burgos, madre de Luis Miguel.

Esta no era la primera alegría que  le daba a su familia. Cuando estaba en pre jardín fue promovido a transición porque según los profesores “él aprendía todo muy rápido”. La misma propuesta le hicieron los docentes en bachillerato, pero sus padres no estuvieron de acuerdo, pues  para ellos era importante que su hijo quemara todas las etapas normalmente.

Para sorpresa de todos, este amante de pasear en bicicleta nunca asistió a una academia para aprender inglés, simplemente lo aprendió  en casa por medio de libros y plataformas de cursos virtuales gratis. Esto fue suficiente para aprender el idioma casi perfectamente. 

Marcos González, su padre, es químico y docente universitario. “Cuando Luis Miguel tenía 5 años yo me lo llevaba para las clases que dictaba en la Universidad del Quindío y él prestaba mucha atención. Yo me quedaba muy sorprendido por eso”, recuerda don Marcos. Un año antes Luis Miguel recibió un computador didáctico como regalo de Navidad y fue el juguete preferido de él; “no lo soltaba”, recuerda su padre.

Quizás ese juguete fue el detonante de la pasión de Luis Miguel por los computadores, la programación y la tecnología, ya que con tan solo 5 años ingresó a la Universidad del Valle para realizar un curso de computación en el que se destacó, a pesar de su timidez. Los profesores  siempre resaltaban la creatividad que tenía para resolver problemas.

Álvaro Pachón fue profesor de Luis Miguel en el curso de Redes y Comunicaciones I,  y destaca que siempre fue un estudiante que quiso ir más allá de cualquier actividad que se realizaba.  “Él tenía muy claro lo que quería hacer y desde la universidad iba haciendo las cosas paso a paso, esa fue la clave para realizar unas buenas pruebas en un proceso tan exigente como el de Microsoft”, afirma el docente.

Durante los cuatro años que Miguel lleva en la empresa ha estado vinculado al equipo que desarrolla la suite de Microsoft Office. Los primeros dos años trabajó como ingeniero de pruebas. Allí desarrolló sistemas de calidad para los productos de Office (Microsoft Word, Excel y PowerPoint, entre otros), y desde hace un par de años, es el encargado de crear los desarrollos del producto como tal.

En los últimos dos años logramos hacer que todas los productos de Office estuvieran disponibles en todas las plataformas.   Windows, iphone, y ipad”. Luis Miguel González, empleado de Micosoft.

 “Cuando empecé a trabajar fue un poco intimidante porque el talento en la empresa es muy alto. Pero con el tiempo me fui acoplando. Al principio fue un gran reto”, recuerda Miguel.

En la compañía, ubicada en Seattle, la ciudad más grande del estado de Washington, no existen horarios, simplemente se deben cumplir las metas de desempeño y los proyectos a tiempo. Durante los tiempos libres Luis Miguel va a las salas de juegos y a los restaurantes que hay en la empresa. 

 Por ahora Luis Miguel  visita a su familia en Buga cada año y con esta se va a conocer  lugares diferentes del país. Finalmente  deja un consejo para los jóvenes: reconocer el  potencial que se tiene para vencer los obstáculos que se presenten y  así lograr cosas grandes.

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