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El rol de los jóvenes en el crecimiento de Cali

Hoy son unos muchachos, pero en 10 años protagonizarán la vida de la ciudad. Su visión es crítica, dicen que hay que recuperar el civismo y que el desarrollo no es sólo obras de cemento.

24 de abril de 2016 Por: Redacción de El País.

Hoy son unos muchachos, pero en 10 años protagonizarán la vida de la ciudad. Su visión es crítica, dicen que hay que recuperar el civismo y que el desarrollo no es sólo obras de cemento.

Hoy son unos muchachos, pero en 10 años  protagonizarán la vida de la ciudad. Su visión es crítica, dicen que hay que recuperar el civismo y que el  desarrollo no es sólo obras de cemento. 

 

 

“A mi ciudad no la cambio”: Santiago Chavarriaga, 18 años

“La calidad de vida en Cali en relación con ciudades como Bogotá y Medellín es increíble, podemos estar en cualquier lugar  rápidamente y eso  la hace chévere. Aquí se puede vivir bien. Tuve la oportunidad de hacer un intercambio en Colorado, EE.UU. y estoy ad portas de estudiar en Bogotá, pero a Cali no la cambio, desde mi mirada de joven, vivir aquí no tiene comparación.

La gente es la que hace la ciudad, más que los edificios y su sistema de transporte. Aquí hay gente que está pendiente del otro, que es hospitalaria.  Habría que trabajar, eso sí, en mejorar nuestros valores y el civismo.

Mi abuela me hablaba de que años atrás para el bus se hacía la fila correctamente, nadie irrespetaba los semáforos, la gente era amable con el adulto mayor, a las embarazadas les cedían el puesto. No soy usuario frecuente del MIO, pero sí he montado muchas veces y veo que eso que me contaba mi abuela quedó en el olvido.

El papel de los jóvenes debe ser conservar y fortalecer el sentido de pertenencia. Estamos en un mundo globalizado, donde nadie se siente de dónde es  y  tal vez sea cierto eso de que estamos en una burbuja y no queremos nada de adentro y sí todo de afuera. 

En el futuro veo a Cali pujante, desarrollada, cada vez más globalizada. Se está empezando con la remodelación del aeropuerto, cosa que vende bien a nuestra ciudad. Veo una Cali más sistematizada, que va está a la altura de las grandes ciudades de Latinoamérica y pienso que para lograrlo no hay que enfocarse en el cemento sino en el caleño como tal. Si se hacen campañas de sensibilización, de que el caleño retorne a su  sentido de pertenencia, las cosas podrán ser mejores: la idea es que  cemento y el ladrillo vayan a la par con el corazón.

Veo a la Cali del futuro con  espacios verdes mejor aprovechados, con el río Cali con un malecón, áreas deportivas enlucidas, el MÍO Cable aprovechado, el centro arreglado y sin basuras.

“Hay que sentir cariño por nuestro territorio”: Juan Esteban Molina, 17 años.

“Me siento orgulloso de ser caleño porque esta es una ciudad muy agradable y linda, por la alegría con la que se vive aquí. Es una ciudad que ya casi pisa los tres millones de habitantes y se vuelve cada vez más importante en el país. La le visto crecer,  por ejemplo, con el sistema de transporte masivo y el MÍO Cable. El crecimiento hacia el Sur también  ha sido grande. En materia social creo que nos falta bastante, no hemos logrado consolidarnos como una sociedad  que piense en el bien común y hacia allí es que tenemos que apuntar, porque el desarrollo de una ciudad no solo son las obras sino lo que pase con la gente. Yo, que he tenido la oportunidad de  estudiar en colegio privado, diría que a veces vivimos en  una burbuja. Sabemos que hay problemas en la ciudad, pero pensamos: ‘que los resuelvan los científicos, los políticos, los médicos’. La realidad es que si no sentimos los problemas de la ciudad como nuestros no vamos a poder generar un cambio. Lo más importante es pensar en el otro como en uno mismo, finalmente todos compartimos el mismo espacio: Cali.  Ahora muchos jóvenes se quieren ir para otra parte a estudiar, porque uno tiende siempre a gustarle lo del otro. Yo quiero estudiar en Cali y no en Bogotá. Y lo quiero justo porque deseo conservar el bienestar que tengo en mi ciudad y que no tendría en otra parte. Aquí prima la calidad de vida, aquí están mi familia y mis amigos. Muchos jóvenes piensan que en Bogotá la calidad del estudio es mucho mejor. Pero  Cali es una ciudad que ha avanzado bastante en calidad, universidades como la Javeriana, San Buenaventura, Icesi y Autónoma, van creciendo y no me parece que tengan algo que envidiarle a otras instituciones. Quiero estudiar economía y ciencias políticas.   Si imagino cómo será la ciudad dentro de diez años la veo  queriendo salir adelante con todo el entusiasmo de la gente. Me encantaría ver más espacios deportivos, porque el deporte es una alternativa contra la inseguridad,  les da oportunidades a los jóvenes y ayuda a  contrarrestar el ocio y las drogas. Somos la ciudad más grande del suroccidente colombiano y en deportes somos líderes, tenemos que seguirlo siendo. A los niños del 2026 les diría que la base para tener una buena ciudad es sentir cariño por ella, nuestro hogar en realidad no es una casa o un apartamento, es nuestro territorio. [[nid:530171;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/ep001114320.jpg;full;{}]]“La clave para mejorar es la educación”: Laura Yela, 16 años“Esta ciudad es alegre, salsera y con gente de buena actitud. Tiene sus cosas buenas y malas: la educación ha mejorado, pero el MÍO no ha sido tan bueno como se ha esperado. Yo lo uso para todo  y me doy cuenta de que la gente está inconforme, hay estaciones en mal estado y falta seguridad. También hay fallas con la salud, mire lo que pasa con el HUV que lo quieren privatizar, cuando es algo que todos necesitan, especialmente los más pobres.   Yo creo que los jóvenes podemos ayudar a mejorar las condiciones de nuestra ciudad desde el estudio. A partir de una Cali bien educada y con alta calidad muchas cosas pueden mejorar, empezando porque seremos mejores ciudadanos.  Y en esto la educación pública tiene que ser una prioridad, para que todos tengan la oportunidad de acceder una buena formación.   Sé que el tema de la calidad educativa ha sido noticia últimamente, con las estrategias del Ministerio y lo que pasa con los colegios de bajos puntajes. Pero creo que se han quedado allí y no han tomado en cuenta a los propios estudiantes.  Mirando a Cali hacia el futuro, a diez años, la veo más participativa, donde la comunidad se entera y actúa sobre sus problemas. Sueño con que nos unamos, no solo alrededor de las rumbas y la Feria, sino que se defienda lo público. Desearía ver un medio ambiente más limpio. A lugares como San Antonio y la Loma de la Cruz,  recuperados y con mucha gente participando de actividades. Quiero ver el centro de Cali lindo, sin basuras, que organicen a la  gente que vive en esas zonas, donde hay mucha pobreza. Que a esas personas les puedan garantizar la educación, yo sé que sí se puede y se puede hacer por partes.  Yo haré lo posible por ayudar. No es fácil concientizar a una sociedad, pero haré lo que pueda desde mi trabajo, cuando sea mayor, porque quiero dedicarme al campo de la docencia.  
Jóvenes ‘pilos’Juan Esteban Molina tiene 17 años  y es estudiante de grado once del Colegio Jefferson.En el reciente Modelo ONU, que se realizó con los colegios de Asobilca  (programa pedagógico de la Asociación de Colegios Bilingües de Cali) fue el secretario general. Santiago Chavarriaga,  de 18 años, también estudia en el Jefferson. Actualmente es el Personero Estudiantil y ha hecho parte del Modelo ONU.Laura Yela  tiene 16 años y cursa último año de secundaria en el Inem Jorge Isaacs.Pertenece a la Asociación  Nacional de Estudiantes Secundaristas.
 

 

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