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El precio de la pantalla del estadio de Cali ¿cuento chino?

Documentos de importación confirman que ese equipo costó en China $112 millones pero el Fondo Mixto pagó $1.399 millones.

20 de marzo de 2011 Por: Redacción de El País

Documentos de importación confirman que ese equipo costó en China $112 millones pero el Fondo Mixto pagó $1.399 millones.

Lo que comenzó como un rumor entre los periodistas deportivos de la ciudad: Que la compra de la pantalla gigante (compuesta por 40 módulos) del Olímpico Pascual Guerrero ‘olía a feo’, terminó siendo comprobado por la Contraloría y la Fiscalía, que tienen en su poder las declaraciones de importación que así lo confirman.El valor total pagado por la empresa B&T Trading, que trajo la pantalla desde China, fue de $112 millones al ingresar por la aduana de Colombia. Así lo demuestra la declaración de importación debidamente certificada por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, Dian, a la que tuvo acceso este diario.En ese precio van incluidos 20 módulos, un video procesador, un computador de control, un monitor Led, parlantes y amplificadores, así como accesorios y repuestos, de acuerdo con el registro de importación #23016012852198 fechado el 28 de septiembre de 2009.También publicamos la factura de venta #1137 con que B&T Trading le cobró al Fondo Mixto del Deporte los $1.399 millones que finalmente le terminó costando al Municipio dicho equipo.El director del Fondo Mixto, Pascual Guerrero, dijo al respecto que “compramos un producto que nos fue cotizado en un valor y con unas especificaciones que consideramos las mejores, además, el Alcalde nos dijo que la compensación se daría en el ahorro que el Municipio lograría al no tener que alquilar pantallas para los eventos que realiza”. La Contraloría de Cali dice que con esos documentos se confirma uno de sus hallazgos, ya que “si se comparan los $1.399 millones que el Fondo Mixto pagó a B&T Trading, con el costo declarado ante la Dian por el proveedor, $112 millones, se evidencia un aumento aproximado de doce veces su importe, lo cual significa que la entidad realizó una inadecuada e ineficiente gestión en la administración de recursos públicos del Municipio producto de un convenio interadministrativo”.¿De contrabando?Pero este no es el único reparo que tienen las autoridades frente al negocio de la pantalla ya que en la factura expedida por B&T Trading para cobrarle al Fondo Mixto, se relacionan como entregados un total de 40 módulos, aunque en el registro de importación de la Dian sólo aparecen declarados 20 módulos.Esto quiere decir que una parte de los módulos que compró el Fondo Mixto, que representan la mitad de la pantalla, no están debidamente legalizados, según el ente de control, situación que puede generar un nuevo gasto pues el Fondo Mixto deberá nacionalizar la mercancía o de lo contrario se la podría decomisar la Dian, entidad que prepara las multas y sanciones para los involucrados en el negocio.Ante esto, Guerrero dice que desconoce “lo que el proveedor haya hecho o declarado a la Dian, compramos de buena fe y, tanto la pantalla como sus accesorios, nos fueron entregados debidamente nacionalizados hacía noviembre de 2009”.Sobre esta presunta irregularidad la Fiscalía indaga por las responsabilidades penales que se le pueden endilgar a los funcionarios del Fondo Mixto que recibieron la pantalla, los que aprobaron el pago y, como es lógico, los particulares de B&T Trading que participaron en la enredada negociación.Otro punto que según la Contraloría no queda claro es cuántos parlantes se nacionalizaron y qué pasó con otros doce módulos, nacionalizados el 4 de noviembre de 2008 (dos meses antes de los 20 de la pantalla), que según la Dian también fueron traídos de China por B&T Trading por un valor total de $37 millones.Los doce módulos que la Dian reporta como ingresados al país por B&T Trading, pero que dicha empresa no le relacionó en la factura al Fondo Mixto, corresponden a “una pantalla más pequeña que puse a disposición de la Alcaldía para que la probaran y así se convencieran de hacer el negocio conmigo”, explicó Orlando ‘Batato’ Castro, ex futbolista y propietario de B&T Trading.Hace una semana El País habló con Castro, quien precisó que la pantalla había costado $350 millones y que el mayor valor cobrado al Fondo Mixto correspondía a “los gastos de pruebas técnicas, 28% de impuestos, además del IVA y el bodegaje, pues como se demoraron siete meses en pagar la tuve guardada en el centro empresarial La Nubia, en la vía a candelaria”.Preguntado sobre la diferencia en los precios manejados durante la negociación, el alcalde Jorge Iván Ospina se mostró sorprendido. “Si piensan que nos la vendieron más cara para participar con dinero a la Administración, están equivocados. Pedí que no la compraran sin probarla, eso duró como seis meses, y la adquirimos en 2009 para ponerla al servicio de los otros eventos que realizamos”, explicó Ospina.Riesgo tecnológico“Imagínese que usted tuviera un celular comprado hace dos años y medio, ¿se sentiría tranquilo a la hora de comunicarse?”, con esa pregunta un alto ejecutivo de Publik, empresa que ha vendido las pantallas digitales a los estadios de Armenia, Pereira y Cartagena, entre otros, resume los cuestionamientos que se le hacen a la del estadio de Cali desde un plano puramente tecnológico.“No sólo pagaron el metro cuadrado de pantalla más caro del país, casi a $30 millones, cuando en otros estadios se maneja un promedio que oscila entre $15 y máximo $20 millones, sino que no tienen un proveedor de confianza y experiencia, que además de vender un equipo les brinde garantía de por vida y el servicio técnico que requieren”, dice el experto.De igual manera piensa la Contraloría, que en su informe señala: “Una vez revisadas las cláusulas del contrato del Fondo Mixto, no se estableció obligación al contratista de ofrecer una capacitación sobre la instalación y el funcionamiento al personal del Municipio encargado de manejarla después de entregada”.El ente de control también alerta porque el Fondo Mixto todavía no define qué empresa realizará el mantenimiento del equipo y sus accesorios.El director del Fondo Mixto, Pascual Guerrero, negó que esto fuera cierto y dijo que el contrato incluye “la instalación, pruebas y capacitación del personal”.Aunque no pudo precisar de cuanto tiempo es la garantía que da el vendedor, “creo que es por diez años para uso en el estadio, lo que pasa es que el interventor ya se fue”, explicó el viernes pasado.La antigüedad de la pantalla puede ser un obstáculo para que la Fifa acepte a Cali como sede del Mundial Sub-20.La razón, según estableció El País, es que los patrocinadores exclusivos con que tiene contratos de publicidad la máxima autoridad del fútbol y que son los únicos que pueden transmitir comerciales a través de las pantallas de los estadios que son sedes de un campeonato mundial, exigen altas capacidades en cuanto a sonido, color y operación de los equipos.Algo que tras un negocio tan poco transparente nadie puede asegurarles, aunque Guerrero insista en que la tecnología de la pantalla es de Taiwan, “país que ofrece altos estándares”.

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