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El MÍO, un sistema mal alimentado

Hay 22 rutas de empresas de buses que le compiten al MÍO. Entérese porque los usuarios en Cali tienen problemas para movilizarse.

3 de abril de 2011 Por: Luiyith Melo García Reportero de El País

Hay 22 rutas de empresas de buses que le compiten al MÍO. Entérese porque los usuarios en Cali tienen problemas para movilizarse.

Son las 6:30 a.m. de un miércoles de marzo. A trompicones, Martha García se abre paso entre el tumulto de gente que abarrota la estación de Chiminangos, en busca de la ruta del MÍO T31 o de la E31, la que primero pase y a la que pueda acceder más rápido para ir a su trabajo en el centro de la ciudad.Hace media hora salió de su casa, en el barrio La Ribera, para coger el MÍO. Esta vez arribó a la estación en un alimentador, pero en otras ocasiones le toca llegar caminando porque el bus se demora en pasar 15 ó 20 minutos y a esa hora pico va lleno. Ya en la estación debe soportar otra espera, las colas son inmensas para subirse a un articulado.Por eso, a veces llega tarde a la oficina de abogados donde trabaja, después de las 7:30 a.m. El reloj se le alteró hace más de un año, desde que sacaron de circulación la ruta Alfonso López 3 que la llevaba hasta el CAM. Y la Coomoepal 12 y la Río Cali Ptar 2 que también le servían. Ahora sólo depende del MÍO.“El problema es que el alimentador se demora en pasar y se llena mucho o a veces llegan dos, uno detrás de otro, no hay una frecuencia clara y uno no puede manejar bien el tiempo”, dice Martha.En otro lado de la ciudad, María Eugenia Vargas tiene otro problema y es que hace más de dos meses le quitaron la ruta P75 que la llevaba desde la Plaza de Toros hasta Morichal de Comfandi, en la Avenida Ciudad de Cali con 42. Ella se quedó sin transporte para ir a su trabajo en un supermercado desde que suspendieron esa ruta. Metrocali explica que la sacó temporalmente de circulación porque es una ruta de la segunda fase del sistema que aún no ha arrancado y una tutela obligó a parar las rutas de esa fase.El problema es que las rutas tradicionales que prestaban ese servicio tampoco están y María Eugenia debe utilizar ahora una combinación de camperos y buses con recorridos intermedios, en tres trasbordos para ir del barrio Caldas a Morichal y viceversa. El tiempo empleado y el valor de los pasajes se le triplicaron.En Bellavista, Jorge Vega se lamenta de la precariedad del servicio de transporte colectivo. Las rutas Coomoepal 6 y Crema y Rojo 2 que van hasta la sede del Seguro Social están en vías de extinción. “Antes pasaban tres buses en media hora, ahora pasa uno cada 40 minutos”, dice.El MÍO, a su vez, tiene sólo tres buses alimentadores de la ruta A04 entre Bellavista y Tropicana, por lo que el transporte pirata de taxis, jeeps y carros particulares aún manda en la zona.Con todo lo anterior, los caleños están padeciendo el problema de la transición entre el sistema de transporte colectivo tradicional y el nuevo masivo del MÍO. De donde sale el uno entra el otro, pero en ese proceso están quedando sectores desprotegidos y rutas nuevas que no tienen suficientes buses y no garantizan una frecuencia adecuada de servicio.Así lo advierte Sergio Trobiani, otro usuario, quien afirma que “el problema está en que hay rutas como las P70A y P70B con muchos buses y las frecuencias son más cortas, lo cual se puede ver en la estación San Pascual cuando llegan ocho buses de esas rutas, cuatro de la P20 y ocho de la P10A y B, mientras que en la ruta P50 sólo llega uno”.El usuario se pregunta: “¿Para qué sirve el GPS instalado en los buses, si en mi caso espero hasta 30 minutos que llegue un P50 y cuando aparece llegan tres seguidos?”. Se supone que el GPS sirve para controlar la posición de los buses durante el recorrido y su frecuencia.En ese sentido, el viceministro de Transporte, Felipe Targa, reconoció que el MÍO hoy “no es confiable para los usuarios” y citó una encuesta que hizo Planeación Nacional, donde se muestra que la gente usa menos el MÍO en la mañana de ida al trabajo que en la noche de regreso a casa; y lo usan menos en la mañana porque temen llegar tarde a sus labores.Por su parte, Luis Eduardo Barrera, presidente de Metrocali, reconoce que “el colectivo desapareció por sustracción de materia, se chatarrizaron los buses y nosotros aún no hemos llegado”.De la ciudad salieron de circulación 2.300 buses antiguos y fueron eliminadas más de cien rutas, todo lo cual fue sustituido por 470 nuevos vehículos en 55 rutas del MÍO. Para alimentar el sistema principal desde los barrios se tienen sólo 119 buses en 34 recorridos urbanos. Y hay rutas como la de Bellavista, que sólo cuenta con tres buses. Por eso el transporte en los barrios y la periferia es deficiente y tiene en aprietos al MÍO.Como si fuera poco, el secretario de Tránsito Alexánder López Montoya canceló la tarjeta de operación de 27 vehículos del MÍO, 3 de ETM y 24 de Unimetro, porque no habían desvinculado la cantidad de buses antiguos necesarios para ingresar los nuevo carros. Esta decisión fue obligada por una tutela interpuesta por un particular.César Vergara, representante de la operadora GIT, aceptó que hay muchas quejas por falta de puntualidad y regularidad en el servicio y reconoció que “no estamos en los estándares ideales porque deberíamos llegar a 75% o al 80% de puntualidad”. Explicó que eso obedece a la falta de buses para atender las rutas, pero aseguró que entre abril y mayo llegarán 200 vehículos más que suplirán esas dificultades.Sin embargo, más allá de las deficiencias operativas del MÍO, detrás de los problemas que tienen los caleños para transportarse está el hecho de que algunas empresas de buses han abandonado las rutas que servían y otros recorridos le hacen paralelismo al MÍO.El País pudo establecer que hay 22 rutas de buses que trabajan de forma paralela a cinco rutas del MÍO (ver recuadro), una situación irregular, ya que por donde va el nuevo sistema no puede ir el sistema anterior. Por otro lado, hay recorridos periféricos asignados a 27 compañías por la Secretaría de Tránsito que han sido abandonados porque las empresas no tienen suficientes carros y arbitrariamente han desviado los vehículos hacia otros corredores más rentables como las avenidas Pasoancho, Simón Bolívar y Ciudad de Cali. El presidente del Concejo, Jaime Gasca, denunció que tres rutas fueron abandonadas en la Comuna 11.En el último mes los agentes de Tránsito inmovilizaron 23 buses que trabajaban en la Pasoancho y no debían andar por allí porque su recorrido es otro.Con todo, a la ciudad se le está armando un lío con el transporte urbano en muchos sectores, por el abandono de rutas, el paralelismo y la piratería en muchos servicios que el MÍO aún no logra resolver.

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