El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

El MÍO Cable, un tour por los manjares, la cultura y la historia de la ladera de Cali

El próximo 5 de septiembre quedará listo el MÍO Cable que moverá 7000 pasajeros por la ladera de Cali. Siloé se prepara para recibir el nuevo medio de transporte.

23 de agosto de 2015 Por: Felipe Salazar Gil | Reportero de El País

El próximo 5 de septiembre quedará listo el MÍO Cable que moverá 7000 pasajeros por la ladera de Cali. Siloé se prepara para recibir el nuevo medio de transporte.

Despójese de todos sus prejuicios. Por un momento, olvide que en esa loma empinada la seguridad  es un trabajo de nunca acabar, como en el resto de la ciudad. Lea también: MÍO Cable quedará listo el 5 de septiembre: Metrocali En esa montaña, en la Comuna 20, se abre paso una industria cultural y turística que espera borrar el estigma que dicta que la ladera es un lugar inalcanzable, vetado. El MÍO Cable, que se espera esté listo para operar el 8 de septiembre, es el primer paso. Los habitantes de las once zonas de este cerro esperan que en las sesenta cabinas azules suban caleños y extranjeros a conocer y disfrutar de aquello que es tan conocido por ellos y que con los años se convirtió en una incógnita para muchos. En la primera estación, en Tierra Blanca, la gente del Comité Comunitario Sueños de Siloé parece tener todo planeado para recibir a los 7000 pasajeros que diariamente se movilizarán hacia la ladera.  Actualmente, debajo de la estación se trabaja a toda máquina para terminar la restauración de una de las primeras casas que se construyó en Siloé, hace ya 85 años. Como estas viviendas  en bahareque, dicen los vecinos, solo quedan 17 en la loma. Allí se ubicará el Centro Cultural Siloé Visible, un sitio al que se llega bajando quince escalones de tierra y guadua y en el que mientras se recorre la historia del barrio a través de fotografías inéditas, los niños podrán jugar y leer, para después conocer un socavón de carbón que solía ser explotado por los mineros de Marmato (Caldas), quienes en cierta forma iniciaron ‘el pesebre’. Lea también: Cable Aéreo de Manizales será el operador del MÍO Cable: Metrocali. Justo a un lado, en el mirador que hace nueve años recuperaron la comunidad y la Fundación Sidoc, empanadas, champús, artesanías, camisetas, bolsos, postales y un sinfín de artilugios elaborados por manos habilidosas que toda su vida han habitado en el cerro, estarán esperando por los visitantes para lograr algunos ingresos  a cambio de un ‘souvenir’ con el que recuerden su ‘vuelo’ en el cable. Ese es el caso de Ana Beiba, una matrona de 56 años, quien desde hace más de siete semanas se capacita en artes culinarias junto a 26 mujeres para ampliar su oferta gastronómica.  Entre los platillos que ofrecerá, dice, están diferentes tipos de arroz, ensaladas y postres, de estos últimos su favorito: el ‘Eduardo Santos’, una mezcla de crema de leche, leche, leche condensada y un coctel de frutas. Rocío, una de las vecinas de Ana Beiba, también tiene una buena parte de sus esperanzas colgadas del MÍO Cable. [[nid:453810;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/08/mio-cable-734.jpg;full;{El País acompañó a los operarios de Ingeocable en una de las pruebas técnicas a las cabinas del sistema. Vecinos de Siloé, a la expectativa.Elpaís.com.co}]] Ella está terminando un quiosco hecho de guadua en el que piensa vender sus bolsos y cartucheras de colores, moñas y camisetas con la leyenda ‘Yo amo a Siloé’. “También vamos a poner mesas y sillas para que la gente se tome una cerveza o una gaseosa mientras compra y mira la panorámica que tenemos, que es única. Ya tengo hasta el logo de la tienda para mandar a hacer las tarjetas de presentación”. En un corredor de más de 70 metros de largo de ese planchón de Tierra Blanca también se adecuará el Museo Popular de la Salsa de Siloé, donde se exhibirán más de 600 fotografías y discos de acetato del género por el que Cali es mundialmente conocida. “Este lugar será único y lo armaremos con los aportes que haga la gente de cualquier parte de la ciudad, para atraer más turistas. Si alguien tiene una prenda, una foto, un instrumento o lo que sea que le haya pertenecido a un artista y nos lo presta, lo exhibimos. Creemos que pueden venir muchos extranjeros, pero la idea es que los caleños que nunca han subido por acá aprovechen para conocer”, dice David Gómez, un líder que hace nueve años forjó en la parte baja del barrio el Museo Popular de Siloé, un intento por recopilar la historia del sector en las paredes de su casa. El segundo sábado del mes es sagrado en esa enorme terraza, en la que más de cien personas se citan para escuchar y bailar en un evento conocido como ‘Salsa al Mirador’, algo similar a lo que se hace el primer sábado del mes en el Parque de los Estudiantes, pero con el sabor que solo le puede poner el arrabal y la vista majestuosa de la ciudad. Si le coge la noche moviendo las caderas al son de La Flamboyan o escuchando el vozarrón de Fredesvinda García, no se preocupe. Podrá pasar la madrugada en una de las 20 hamacas del hostal que construirá la comunidad a un lado de la estación de Tierra Blanca. Otra buena noticia: allí no se cobrará por el hospedaje. Sin embargo, si lo que quiere es ir a su casa y volver al otro día, podrá atravesar un sendero iluminado con luz blanca y de un kilómetro de extensión, que lo llevará desde Tierra Blanca hasta el Parque de La Horqueta, en la Calle Primera. 

En las planchas de algunas casas se pintarán murales de personalidades como Gabriel García Márquez, Nelson Mandela, José Mujica y personajes característicos de la Comuna 20, como los ‘diablitos’.
 “Aquí la vida nocturna se va a reactivar. El Cable funcionará hasta las 11:00 p.m. y la idea es que la gente no solo se suba en él, sino que salga de las estaciones y disfrute de toda la oferta turística y cultural del sector”, apunta el asesor de Participación Ciudadana, Esteban Ortiz, quien agrega que las vías aledañas a las estaciones serán arregladas y contarán con luz blanca. Este paseo por la Comuna 20 estaría incompleto si no se sube en una ‘guala’, esos vehículos que a pura potencia trepan cúspides tan empinadas que solo ellos pueden conquistar. Los camperos, que por $500 transportarán a la gente de los sectores más alejados de la loma  a las estaciones del MÍO Cable, también harán recorridos por sitios turísticos de Cali, como Cristo Rey y Yanaconas. [[nid:456293;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/08/ladera-mio-cableee-interna.jpg;full;{La estación de Brisas de Mayo está prácticamente lista. Se espera que allí tengan lugar presentaciones culturales y eventos de participación ciudadana.Fotografía: Hroy Chávez | El País}]] “Nosotros vamos a sufrir un golpe de $1000 en el pasaje y eso no será suficiente para subsistir. Por eso vamos a hacer paseos por Pichindé, Peñas Blancas, La Leonera y Felidia”, explica Heider Vélez, subgerente de Transportes La Estrella, empresa que cuenta con 80 ‘gualas’, cada una con espacio para 16 personas. Durante su viaje por la desconocida ladera, seguramente necesitará un guía que le cuente las historias de cómo el M-19 inició su base de milicias en la zona, cómo llegaron los paisas, negros y arrieros a terminar de forjar su destino en la montaña o esa infinidad de historias que habitan en medio de los estrechos callejones e incontables escalones que tienen los ocho barrios y tres corregimientos de esta comuna. Para eso,  José Almeiro, un hombre que lleva 59 de sus 64 años viviendo en el barrio Alberto Lleras Camargo y dirige la Corporación Lomeros, espera que  30 palabreros que están en alto riesgo se capaciten con la Universidad Santiago de Cali en la historia del sector y sirvan de guías turísticos. “La idea es que  se vistan como los arrieros que ayudaron a levantar estos barrios y le comenten a los visitantes, ojalá en otros idiomas, sobre cómo ha sido la vida aquí desde hace más de ochenta años”. 
Para la inauguración del MÍO Cable, el Comité Comunitario de Siloé tiene preparadas actividades con grupos musicales, artesanos, deportistas y residentes de la comuna, quienes se encargarán de invitar a los foráneos a visitar los espacios recónditos de la loma.
 Cerca a la estación de Brisas de Mayo, las expectativas por la llegada de los visitantes no son menores. En esa cuadra las miscélaneas, papelerías y casas de familia ya se preparan para cuando las cabinas dejen de cargar bultos de arena y tibungos llenos de agua, para llegar con extranjeros que no sepan qué es comerse un aborrajado, una tira de bofe o tomarse un jugo de borojó.  Eso es precisamente lo que piensa hacer Maryuri Jiménez, quien pasa las tardes  mirando cómo se mueven los cajones y espera montar en su casa un negocio que mezcle la fritanga con la venta de artesanías.   Si se quiere arreglar las uñas, cruzando la calle se encuentra con el salón de Adriana Posso, quien dicen es la mejor manicurista del cerro y por solo $13.000 arregla las manos y los pies. [[nid:454105;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2015/08/thumbnail-miocable.jpg;full;{Conozca cuáles serán las cuatro paradas que tendrá el sistema aéreo suspendido de Cali, así como también detalles de su construcción y recorrido.Ilustración: Jhon Jairo Vásquez | Diseño: Ricardo Infante Álvarez | Información: El País}]] Semanalmente, Adriana atiende a 30 personas del sector, pero espera que con el MÍO Cable, al menos 20 clientes más entren por esa reja blanca. Quizá después que termine de pintar sus uñas, alcanza a visitar el Centro Cultural de la Comuna 20 que está solo a tres cuadras. Una vez allí, no sería raro si se encuentra con los jóvenes de la Sinfónica o los Tambores de Siloé en pleno ensayo. El envolvente sonido que emiten esos instrumentos  es otro de los tantos espectáculos que lo atraparán si se atreve a trepar ese territorio por descubrir: la ladera.

AHORA EN Cali