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El Hospital Universitario del Valle está tocando fondo por crisis económica

En el HUV no hay insumos básicos para su funcionamiento, como el alcohol. Los médicos temen por salud de los pacientes.

29 de junio de 2012 Por: Redacción de El País

En el HUV no hay insumos básicos para su funcionamiento, como el alcohol. Los médicos temen por salud de los pacientes.

En el Hospital Universitario del Valle se acabó el alcohol. No hay con qué comprar más, aseguran desesperados médicos y enfermeras de la institución, quienes le mostraron a El País que en el almacén sólo quedan dos botellas. En urgencias, las enfermeras y doctores ayer contaban que tuvieron que hacer una colecta para comprar un poco. Además, también mostraron los estantes de medicamentos de la bodega, en su mayoría vacíos. A muchos familiares de los pacientes les toca comprar las medicinas. A todos los enfermos les están sirviendo la misma comida. Diabéticos, hipertensos, anémicos. Esto, a pesar de que según los galenos, deberían comer alimentos diferenciados por su condición de salud. También los están bañando en una ducha comunitaria, de a tres o cuatro, con manguera. “No podemos alcahuetear más esto. Es inhumano. Les estamos dando trato de animales. Ellos porque son pobres y no saben sus derechos...” comenta un médico de Urgencias. Pide reserva de su nombre porque, como comentan muchos de los empleados del hospital, teme ser despedido si habla de la situación. Desde que están haciendo obras de remodelación en esa área la situación parece ser cada vez peor, dicen varias enfermeras. Hay unos cien pacientes hacinados en ese espacio, que solía ser una sala de espera y otros tantos en la recién abierta Unidad de Cuidados Intensivos. La titular de la Oficina de Atención al Paciente de Cali, Mariluz Zuluaga, aseguró que hoy visitará la institución para evaluar estas circunstancias.Ambiente tenso Hay conmoción entre un sector de los empleados de la casa de salud por un comunicado de la directora, María Lucero Urriago. Al hablarles del tema, hay quienes lo leen en voz alta, incrédulos, haciendo énfasis en la parte que dice que, de acuerdo con los estándares de los hospitales de la Red Pública, el HUV “presenta el mayor grado de cumplimiento de salarios y prestaciones sociales a trabajadores”. El comunicado fue emitido por la funcionaria como respuesta a uno que envió el Sindicato de Trabajadores oficiales, Sintrahospiclínicas, pidiéndole su renuncia. La directora aseguró que no tiene razones para dimitir. Los trabajadores que hacen parte de la protesta se declararon en Asamblea Permanente y bloquearon la entrada de Urriago a su oficina. Los empleados aseguran que algunas personas llevan dos meses sin sueldo y que no se les ha pagado la prima ni las prestaciones sociales. Tres médicos de urgencias ya han renunciado.“Esta crisis del HUV es la peor que hemos vivido. A Urriago la gestión le quedó grande”, sentencia Héctor Fabio Osorio, presidente del Sindicato.La directora, quien se negó a dar declaraciones a El País, niega en la carta el atraso en los pagos. En el documento añade que con el monto del giro directo de la Nación de julio de 2012, se apropiarán $4.200 millones, “con el fin de asegurar la operación del Hospital”. Alba Lucía Campaz, presidenta del sindicato de Servidores Públicos Sinspublic (otro sindicado del HUV), dice que “hay que ver la situación en contexto”. Comenta que lo que las EPS le adeudan al hospital supera los $57.000 millones. De ese dinero, $17.000 son de Calisalud, entidad Municipal que fue liquidada por su crítica situación. La Alcaldía, asegura Campaz, se comprometió a responder con $10.000 millones, “pero argumenta que ese dinero no lo tienen”. Agrega que lo más grave es que otras EPS, como Salud Cóndor, han sido intervenidas. “Son entidades que liquidan y luego nadie responde por la deuda”, dice. La misma situación ha llevado a que el HUV le deba a casi todos sus proveedores. Es por eso que cada vez es más difícil adquirir insumos, comenta Álvaro Hernán Muñoz, miembro de Sintrahospiclínicas, al mostrarle a El País una factura del hospital en la que se muestra que se compró un paquete de toallas de papel por $39.884, “cuando normalmente vale $10.000”. Carlos Mario Ramírez, quien se desempeñaba hasta hace poco como viceministro de Salud y hoy es director general (e) de Caprecom, afirma que “entre agosto de 2010 y enero de 2012, el HUV es el hospital de Colombia al que más recursos se le han girado. Es hora de que la administración y la Gobernación hagan una pausa en el camino y solucionen las deudas antes de que crezcan más”.

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