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Avenida Circunvalar. El proyecto planteaba la prolongación de esta avenida entre carreras 70 y 80. Falta el tramo entre las carreras 78 y 80, que incluye un puente. | Foto: Foto: Oswaldo Páez | El País

El 'dolor de cabeza' que causan a los vecinos las megaobras inconclusas del sur

Vecinos piden que tras la salida del contratista ordenada por el Municipio se contrate rápidamente a la nueva firma para que termine los trabajos.

17 de febrero de 2017 Por: redacción de el país

Narciso Arias Uribe siente desconsuelo cada que pasa por la Avenida Circunvalar con Carrera 78, a unas cuadras de su casa. Allí, donde solo se ve una calle destapada y la estructura de lo que será un puente vehicular, se ven los vestigios de una obra abandonada.

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Esa obra corresponde a una de las tres megaobras del Sur que no fueron terminadas por el concesionario Vías de Cali SAS, firma a la que la Secretaría de Infraestructura Municipal le declaró el pasado jueves la caducidad del contrato por incumplimientos “graves e injustificados” en cuanto al cronograma de obra, terminación de la misma, entrega de estudios y diseños y fondeo de recursos.

Cabe recordar que las obras inconclusas son la prolongación de la Avenida Circunvalar entre carreras 70 y 80 (estando pendiente el tramo entre las carreras 78 y 82), la pavimentación de la vía a La Paz (faltan 500 metros de vía y algunas obras de espacio público) y la calzada sur de la ampliación de la Carrera 80 entre calles 2 Oeste y 5.

Narciso dice que lo peor no es verlas abandonadas a su suerte. “El 80 % de los vecinos pagamos las megaobras, en mi caso lo hice de contado, y este es el resultado”, agrega este vecino del barrio Prados del Sur. Dice que no se explica como el Municipio esperó cinco años para sacar a un contratista “incumplido”. “Llevaban por lo menos ocho meses sin hacer nada”, acota.

Ángela Riascos, del barrio Mario Correa Rengifo, explica que tiene una casa a la que no le dejan hacerle arreglos, porque hace parte de la obra. “Tampoco la puedo vender, esto es un dolor de cabeza”, anota.
Enseguida de su casa tenían que hacer un desarenadero que está tapado de polvo y tierra. “Eso es un criadero de zancudos y de roedores”, explica.

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Ángela dice que el predial subió como si la vía estuviera funcionando. Pero Fernando Arizábal Sierra, del Supermercado El Corzo, comenta que lo que tienen es un polvero diario de tal magnitud, que se agotaron los tapabocas. “El aseo toca hacerlo dos veces al día, si no quiere uno que se acumule mugre”, manifiesta.

Otros vecinos afirman que las muelas de las casas que se demolieron y el que no existan los andenes terminados convirtió la zona en sitio de consumo de alucinógenos. El País pudo constatar que esta situación sucede a pleno día e incluso en presencia de la Policía.

Cerca de ahí está la Carrera 80, cuyo proyecto indicaba que esta vía quedaría en doble calzada (con cuatro carriles, dos en cada sentido) entre las calles 2 Oeste y 5. Y aunque los predios correspondientes al Batallón Pichincha fueron entregados al Municipio el año pasado, la Administración se abstuvo de abrir un frente de obra por los problemas financieros de Vías de Cali SAS.

Augusto Gálvez, de la Junta de Acción Comunal de Los Chorros (parte alta), indica que el pedido de la comunidad era que acabaran ese contrato y que el Municipio termine las obras.

Personal sin pago

Javier Vergara es el que cuida una bodega improvisada de materiales en los trabajos de la Vía a La Paz. Denuncia que desde el 23 de diciembre no les pagan un peso. “Y si les acabaron el contrato, pues peor para nosotros”, comenta.

Cuenta que llegó a la obra como oficial de construcción, pero que a finales de diciembre les dijeron que no iban a seguir instalando las losas de los andenes. “Yo me quedé cuidando la bodega y limpiando de basuras y escombros. Cada semana venía un ingeniero diferente diciendo que venían de Gaico, de Vergel y Castellanos (firmas socias de Vías de Cali), que pronto saldría un préstamo y nada pasó”, explica.

Obras, listas en dos años

Después de la declaratoria de caducidad, el Municipio debe adelantar dos procesos paralelos. Por un lado debe hacer la liquidación del contrato con Vías de Cali y por el otro debe iniciar la labor para contratar a la firma que culmine las tres megaobras.

El secretario de Infraestructura de Cali, Gustavo Jaramillo, indicó que la culminación de las obras pueden tardar unos dos años. “Tenemos que revisar si podemos contratar la actualización de precios, estudios y diseños y la construcción de la obra con un solo contratista. Si es así, nos ahorraríamos un tiempo y quizás tenerlas en año y medio”, argumentó.

El avance de los trabajos, de acuerdo con la interventoría fue del 81 %. Las obras como tal se ejecutan en ocho meses, pero los tiempos entre la ejecución de diseños y la actualización de precios pueden demorar unos diez meses.

Con respecto a los recursos, indicó que la Secretaría pagaría con el recaudo de las megaobras lo que falta, mientras las aseguradoras responden con la garantía, que para este caso se tasó en $13.181 millones. Sin embargo, las aseguradoras indicaron que pedirán la revisión del monto aplicado por el Municipio.

Sin embargo, para habitantes como Fernando Arizábal Sierra, que llevan cinco años esperando que las obras terminen, creen que así como están las cosas, tendrán que esperar otros cinco años a ver la vía completa.

Historia

La financiación y construcción de las megaobras se aprobó por acuerdo municipal en 2009.
El primer paquete fue licitado en el gobierno de Jorge Iván Ospina, que las dividió por grupos: Norte, Sur y centro- Oriente.
Estas obras empezaron a ser construidas en octubre de 2010 y deberían ser entregadas en abril de 2012. Todas fueron entregadas (algunas a tiempo, otras después). Siguen pendientes las tres obras del Sur.
A este contratista le abrieron varios procesos de multas, una de ellas por $1500 millones.
El proceso de caducidad se abrió el pasado 16 de junio de 2016, pero el contratista hizo uso de varios instrumentos para ir aplazando el cierre de esta.

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