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“El canibalismo del Valle hay que superarlo”: Nicolás Orejuela

Nicolás Orejuela, director ejecutivo de la Unidad de Acción Vallecaucana, UAV, habló sobre la campaña para mejorar la imagen de Cali previa a la realización de los Juegos Mundiales.

24 de marzo de 2013 Por: Luz Jenny Aguirre Tobón | Editora de Entorno de El País

Nicolás Orejuela, director ejecutivo de la Unidad de Acción Vallecaucana, UAV, habló sobre la campaña para mejorar la imagen de Cali previa a la realización de los Juegos Mundiales.

Embellecer a Cali para recibir los Juegos Mundiales que se realizarán en julio próximo y hacer de esta una oportunidad para la ciudad, como lo fueron en su momento los Juegos Panamericanos, es la idea que por estos días concentra los esfuerzos de la Unidad de Acción Vallecaucana, UAV.Su director ejecutivo, Nicolás Orejuela, habló con El País sobre este proyecto, que invita a ‘Pintar de orgullo la ciudad’ y respondió a las críticas sobre falta de liderazgo en la región y apatía del sector privado cuando se trata de participar en iniciativas públicas.¿Qué importancia tienen los Juegos Mundiales para Cali?Hay que reconocer el momento histórico por el que estamos pasando y la realidad del 2013 para la ciudad son los Juegos Mundiales. No podemos seguir viviendo del pasado, de lo buenos que fueron los Juegos Panamericanos de 1971. Así como en aquel entonces se hablaba de Cali como una ciudad cívica, promisoria y ejemplar, es esta la oportunidad para generar nuevamente sentido de pertenencia y civismo, que demuestren que somos capaces de asumir nuevos retos. Son doce mil personas las que nos van a visitar, así que es una oportunidad. Es momento de sacar nuestra mejor versión. ¿La gente sí está acogiendo este llamado?Por eso hicimos la convocatoria de cinco días cívicos, pues un solo día no iba a calar en la gente, la idea es contagiarlos a todos. Cuando dicen que ‘no nos están copiando’ diferiría un poco teniendo en cuenta la actividad del sábado 16 de marzo, cuando tuvimos 350 voluntarios en una jornada que no contó con más de diez días de difusión. La intención es que a la vuelta de cinco meses, cuando sean las justas, casi toda la ciudad esté hablando de los Juegos Mundiales. ¿Cómo romper con la apatía para que la campaña no sea una más?Toca el voz a voz y apoyándonos en los medios de comunicación. Hemos creado un concurso, que se llama ‘Yo pinto de orgullo mi ciudad’, con lo que les decimos a las comunas ‘enluzcan su espacio y participen’. Los premios son, entre otros, que la comuna con mayor proceso de transformación en sus casas (fachadas) tendrá $30 millones para un parque. Se premiará a 20 casas con entradas a la inauguración de los Juegos Mundiales.¿Pero más allá de lo deportivo que van a dejarnos los juegos?Hay posibilidades industriales, empresariales y de ser capital mundial del deporte. Esto no es una oportunidad para los caleños sino para el país. Si tomamos como referencia el 1971, se escribió allí la historia de la ciudad y si pensamos en el 2013 el panorama para Cali será muy positivo.¿Sí pueden compararse ambos momentos? Porque con los Panamericanos la ciudad tuvo un ‘boom’ urbanístico...Se están haciendo adecuaciones de infraestructura. Vamos a tener dos grandes centros deportivos. Tal vez no será igual desde el punto de vista de la infraestructura, pero sí de la posibilidad de la ciudad de encontrarse en un panorama mundial y lo que representa como ciudad capital tener salida al mar cuando tenemos tratados de libre comercio. Habrá más posibilidades de empleo, nuevas empresas e intercambio de conocimiento. ¿Qué le ha dejado la Unidad de Acción Vallecaucana a Cali? Para el ciudadano común organizaciones como estas son más discurso que obras concretas...Nuestro objetivo es buscar la participación ciudadana desde una línea cívica (como es esta campaña) y desde una línea de procesos electorales, donde incentivamos al ciudadano y le decimos que la responsabilidad de ejercer el derecho a su realidad es suya. En el 2012 quisimos trabajar con las comunas, por ejemplo, con el Proyecto de Acceso Comunitario a la Justicia, que hoy sigue y ha significado que estudiantes de derecho de dos universidades privadas presten su servicio en estos espacios de modo gratuito. Estamos abriendo un espacio de reconocimiento para la identificación de líderes y puedo contar a más de cien personas que han decidido hacer de su vida un proyecto en lo público, esa es la famosa red Telar que tenemos. Ese es un gran legado: gente que estamos preparando y que rompe con el paradigma de que en Cali no hay líderes. El canibalismo también hay que superarlo. Nosotros generamos procesos de articulación entre los sectores público y privado.La Unidad de Acción Vallecaucana representa a buena parte del sector privado de la ciudad, al que se le ha criticado por estar divorciado de las iniciativas públicas...Hace muchos años creo que Cali no vivía un momento como el de ahora y se entendió que ese divorcio entre lo público y lo privado es insostenible, que tenían que trabajar de la mano. El sector privado debe tener claro que también debe asumir un papel dentro de lo que pasa en el escenario público. Usted ve que se han creado instituciones que no existían, que planean cosas para la ciudad y el Pacífico, vemos iniciativas público-privadas como el Tecnocentro Somos Pacífico (Potrerogrande) y la escuela Isaías Duarte Cancino, etc. Pasamos por un momento de confianza con una Administración. Hemos visto la llegada de grandes empresas a la ciudad y eso también es un indicador.¿Qué le responde usted a quienes dicen que organizaciones como estas son elitistas y son vehículo para la burocracia?La UAV no hace politiquería, no tiene cuotas políticas y lo que tiene muy claro es que su papel es aplicar el concepto de que el sector privado tenga una responsabilidad en el sector público. Por lo tanto no puede guardar silencio y tiene que ser crítica. Referente a que es elitista, si leen el Plan de Acción de la UAV se darán cuenta que justo lo que estamos haciendo es acercarnos al ciudadano. Cuando uno no tiene la posibilidad de interlocutar es muy fácil criticar. ¿Cómo ve la Administración Guerrero?La Administración de Guerrero genera confianza, no es corrupta y ha tomado la intención de no atender coyunturas políticas sino planear la ciudad a largo plazo. Uno ve que la infraestructura está funcionando. Han tomado decisiones importantes, de las que hemos estado cerca, como la terminación unilateral del contrato con Sicali, la consolidación del G11 para el desarrollo del sur del departamento y el proyecto de educación virtual para todos.¿Y qué críticas le hace?Hay temas difíciles que la Alcaldía tendrá que asumir y en eso no podemos estar alejados de la realidad. La movilidad hay que mejorarla, así como la seguridad y las políticas de empleo. La invitación es no solo a señalar sino a ver qué podemos hacer.

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