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Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión del Riesgo. | Foto: El País.com.co

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El 80 % del presupuesto de la Secretaría de Gestión del Riesgo se gasta en prevención

Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión del Riesgo, habla sobre su apuesta para prevenir emergencias en contingencias como la temporada de lluvias.

19 de marzo de 2017 Por: Elpais.com.co

Ante las múltiples emergencias que la dependencia de Gestión del Riesgo debe atender, desde los estragos por las lluvias hasta la contingencia por el derrumbe en la vía Loboguerrero - Mediacanoa que involucró a Cali, su secretario, Rodrigo Zamorano, dice que la apuesta es “invertirles” a ciudadanos más proactivos y por eso el 80% del presupuesto de esa cartera está dirigido a formar redes de prevencionistas, listos para responder a emergencias.

Habló también sobre el proyecto que tiene Cali para prevenir incendios forestales y sobre la apuesta con el Jarillón del río Cauca.

Parte de la ciudadanía se quejó porque la ciudad sirvió de corredor para evacuar tractomulas por los derrumbes que se presentaron en la doble calzada entre Mediacanoa y Buenaventura y la Secretaría de Gestión de Riesgo fue parte activa en este plan, ¿cree que la ciudad está preparada para atender este tipo de contingencias?

Hay algunos que no son solidarios pero hay otros que entienden que el 47% del comercio exterior pasa por Buenaventura, el 65% de la materia prima pasa por Buenaventura, 16 millones de toneladas al año pasan por Buenaventura y hay 3000 camioneros que llevan productos perecederos, peligrosos, abarrotes, repuestos... Y son para el tendero en Tunja, el repuestero en Boyacá, para los hospitales, los laboratorios, para el que exporta sus productos que llevan 11 días parados. Entonces, cuando uno lo pone en perspectiva, Cali es la única opción, este derrumbe es de tales volúmenes que tenemos que ser solidarios.

Un camión de 4,5 metros va a ser daño en cuerdas de energía, en árboles, pero ¿y el bienestar del resto del país? ¿usted se imagina estos productos perdiéndose cuando haciendo un esfuerzo Cali puede darle la mano?

Se pensó una logística con el paso de las tractomulas, por ejemplo en cada puente había una comisión de topógrafos para mirar cómo se flexaba, cuántas micras se movía, cómo se recuperaba el puente. Detrás de eso había una tecnología, un software satelital con láser, mirando cómo la ciudad se afectaba menos.

Y si la contingencia sigue, ¿Cali seguirá con el plan?
Vamos a seguir usando la figura de noche para transporte de materiales, gas, químicos, productos estratégicos que puedan llegar a Loboguerrero. Lo importante es que Cali sigue siendo solidaria hasta que podamos despejar.

Cali preparó sus equipos Hazmat para control de sustancias tóxicas como gas cloro, en el evento que tengamos algún material peligroso. No podemos estar expuestos a que un amoniaco se nos riegue y no estemos preparados.

La temporada de lluvias llegó con fuerza a Cali, ¿qué medidas está tomando la Secretaría de Gestión de Riesgo para hacerle frente?

Primero miremos que tenemos una topografía muy plana y en ese sentido hay que tener cuidado en el manejo de los canales sumideros. Emcali y el Dagma retiran todos los días 111 toneladas de escombros y en tiempo seco probablemente el agua fluye sin problema pero en temporada de lluvia no. Adicional a eso tenemos una dificultad con las conexiones erróneas causando filtraciones. El 70% de las afectaciones se deben al mal manejo de las aguas.

Cali tiene la bendición de tener esta temporada unas 45 mil personas que van a los siete ríos. Entonces, hay que estar muy atentos al color del agua o si el río sube de nivel para evacuar; o si el nivel baja es mucho más peligroso porque quiere decir que arriba se está embalsando por alguna empalizada, y en ese caso se debe evacuar también.

Estamos manejando tres niveles de alerta: el prevencionista, quien maneja el sentido común y llama a alertar sobre la emergencia; el primer respondiente que está más capacitado y sabe como inmovilizar al paciente y el socorrista, que llega a hacer la primera atención de la situación.

Pero, ¿qué se está haciendo puntualmente para llevar este mensaje a la gente?
El 80 % del presupuesto de esta Secretaría se gasta en conocimiento de la gente, el 10% es para mitigación del riesgo y un 10% para atender la emergencia y recuperar. Invertimos en una Cali prevencionista.

Tenemos grupos de prevencionistas en las 22 comunas de Cali y los 15 corregimientos. Cada grupo tiene 50 personas, que reciben capacitaciones en el manejo de extintores, la búsqueda, el rescate, los primeros auxilios y las evacuaciones.

Con ellos construimos los mapas de riesgo y realizamos simulacros. Lo importante es que ellos tengan la capacidad de informar cuando el río sube o baja, identifiquen estructuras vulnerables. Ver cómo pueden manejar los conatos de incendio.

También trabajamos en el proyecto más ambicioso que Cali tenga, único en Colombia, traído de una metodología de España con los Bomberos.

Y ¿de qué se trata este proyecto?

Es un proyecto de unos 3 millones de dólares con recursos de la sobretasa bomberil. Nosotros veíamos que los incendios forestales son casi siempre en las mismas partes.

Se buscó el mejor sistema de cámaras térmicas, con georeferenciación, que cubre todo el occidente. Es un software que puede diferenciar entre un asado, una columna de humo o un incendio estructural. La información llega al computador y luego se despacha una forestal para atender la emergencia.

Con este sistema lo que se ha logrado es que los impactos en cobertura vegetal en área sean reducidos cada año en un 20%.

Tenemos cinco y vamos a comprar dos más. Vamos a quedar con siete cámaras este año para prevenir incendios forestales y llegar a tiempo a atenderlos.

¿Cómo se está vinculando a la comunidad en el tema de prevención?

Otro proyecto es el de copropiedades. Estamos reuniendo dos veces al año a los administradores de edificios y ya van 131. De ellos muchos manejan condominios y bloques de viviendas comunes.

A partir de la nueva ley de gestión del riesgo les explicamos cuáles son sus corresponsabilidades. El administrador del edificio que no tenga los extintores activos con fecha vigente, las salidas de emergencia marcadas, demarcado el sitio de encuentro ante una emergencia, ya no es un tema del Estado sino que hay una corresponsabilidad. De hecho a las mejores condominios, les regalamos la señalética horizontal y vertical.

Además, al final de la administración de Maurice Armitage, los colegios públicos van a quedar todos con señalética, extintores, detectores de humo e implementado un plan de contingencia. El año pasado ya hicimos el trabajo con megacolegios.

Creemos que los niños son mecanismos muy expeditos para desaprender los hábitos de sus papás. Ya el niño les va a decir, por ejemplo: recicla la basura, ojo con el gas.

Otro tema que preocupa es el jarillón en esta temporada de lluvias, más ahora con la alerta que hay sobre el del río Cauca por el aumento de su caudal. Mientras se cumple con el plan de reasentamiento completo, ¿qué hacer para evitar otra emergencia en esa zona vulnerable?

Nosotros desde la Alcaldía Municipal, tenemos la prioridad de dejar los 26.1 kilómetros del Jarillón sismorresistentes. Lo que permite que cuando se produzca una liberación de energía por subducción de unos seis o siete grados, ese Jarillón pueda absorber esa energía y permita que no se licue ni se mueva.

Pero sabemos que el reasentamiento completo no será mañana y si hay una lluvia fuerte pronto, ¿cómo estamos con el sistema de alertas?
Ya tenemos 2200 reasentados, de los 8000. Y esperamos en dos años y medio reasentar a todas las personas. Tenemos una alianza con CVC e Ideam de alertas tempranas y prueba de ello es que el 21 de enero supimos once horas antes que venía una creciente de 500 metros cúbicos por segundo del río Cauca y sabíamos que se iban a inundar. Se hizo evacuación, no se perdió ni una vida, ni se hizo un rescate porque la gente ya sabía.

¿No ha impedido el tema de los ‘avivatos’ el control de Gestión del Riesgo en el Jarillón, en la entrega de ayudas?

La metodología de la oficina de Gestión del Riesgo es no hacer censos sino verificaciones. Es decir que ocurrió la inundación y voy a su casa pidiendo nombre, cédula y huella para entregarle las ayudas humanitarias.

Para el caso del Jarillón se hicieron verificaciones, metro a metro, casa a casa.

El río Cali es otra preocupación y las redes sociales a veces difunden falsas alarmas frente a supuestas crecientes en época de lluvias, ¿cuál es la realidad?

El río está bien. Está alto porque está lloviendo mucho en los Farallones pero no tenemos alerta. La ventaja del río Cali es que tiene picos, mientras el Cauca es un río de crecimientos sostenidos, que se debe mantener entre 300 y 400 metros cúbicos por segundo. Tuvimos un pico de 1000 metros cúbicos en enero y una amenaza de 1500 metros cúbicos en 2010 y 2011.

¿Cómo va el plan de recuperación de la Ladera, otra zona vulnerable por esta temporada?

Se entregaron 35 subsidios de arrendamiento de millón y medio cada uno. Este es un proceso multicausal que afecta muchos escenarios. Hay un tema del manejo de aguas pluviales, reposición de vías, de canales de aguas lluvias y una muy mala práctica de construcción.

Y es un llamado a no hacer conexiones erróneas, porque si las hicieran bien no harían tanto daño. Hemos visto que construyen escaleras en canaleta. De todas formas, permanentemente tenemos información de lo que pasa en la ciudad.

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