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Diez consejos para superar un fracaso

Si ya no tiene corona, si le dejó su pareja, si perdió su equipo de fútbol o fue despedido, recuerde que la vida sigue. Aprenda cómo seguir adelante.

22 de diciembre de 2015 Por: Redacción de El País

Si ya no tiene corona, si le dejó su pareja, si perdió su equipo de fútbol o fue despedido, recuerde que la vida sigue. Aprenda cómo seguir adelante.

En cualquier momento de la vida, todos nos enfrentamos a un fracaso o a una situación en la que no siempre salimos ganando. No obstante, muchas personas no sabemos cómo hacerle frente a la situación y mucho menos cómo salir fortalecidos de la misma.

A continuación, le presentamos una serie de ideas y consejos para que aprenda a lidiar con el fracaso. Tomarse el tiempo para asimilar lo ocurrido, valorar otros aspectos positivos de su vida y buscar casos similares, donde quien los padeció logró salir adelante, hacen parte de la lista. 

Llore su pena. Nadie sabe lo de nadie y lo que para usted puede ser una tontería para otro puede ser el fin del mundo. No hay mejor forma que empezar a recuperarse de una caída que llorar. Otórguese el  derecho de sentirse mal, de que le duela, de querer mandar al mundo a un lugar oscuro y desagradable. Eso sí, recuerde que la pena es suya y no haga que el resto pague.

Establezca  una fecha límite.  El llanto es bueno pero no  exagere. El tiempo todo lo cura y algún día deja  de importar,  o por lo menos deja de doler tanto. Solo cuando haya hecho el luto a algo malo que le pasó podrá empezar de nuevo, de lo contrario siempre sentirá ese asunto pendiente, esa deuda con su angustia, que le pasará factura cuando menos lo espere, incluso cuando ya no lo recuerde. 

Busque una razón. Aquella frase de “todo sucede por algo” de verdad funciona. No hay acción sin reacción e incluso no hacer nada también genera consecuencias. Pregúntese cuál es la enseñanza de este mal momento, cómo considera que fue su actitud,  cómo lo ha cambiado este desastre y, lo más importante, de qué forma esto le hace cambiar su forma de ver el mundo.

Dos caminos: ¿Cuál tomará? John F. Kennedy  una vez dijo: “Los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra crisis. Una pincelada significa ‘peligro’, la otra ‘oportunidad’. En una crisis toman conciencia del peligro, pero reconocen la oportunidad”. Busque todo lo bueno que puede sacar de esto y sáquele provecho, aunque solo sea aprender a levantarse y a reír de usted mismo.

Busque consuelo. Siempre hay alguien que a quien ayudar. Siempre hay alguien que ha perdido más. “No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba”, dijo Séneca. Recuerde que hay gente viviendo en  guerra, luchando por su vida en   hospitales o  huyendo para sobrevivir.

 Valore su entorno. En este mal momento lo más seguro es que encontrará consuelo en personas que jamás sospecho. También habrá algunos que no reaccionen como lo espera, pero no lo tome como algo personal, recuerde que cada quien vive en su mundo. Tome todo el amor que le ofrecen y canalice la buena energía. Recargue fuerzas y salga al mundo a repartirlas.

Busque en la historia. Casos extremos requieren medidas extremas. Steve Jobs, fundador y presidente de Apple fue despedido de su  compañía en 1985. Él  no perdió el tiempo ya que fundó dos nuevas empresas: NeXT y Pixar y cambió el mundo de hacer y ver películas animadas.  Cuando Apple se encontraba tan mal que ya no resultaba atractiva para nadie, Jobs volvió para inventar el iMac.  

Permanezca atento. El que ya no tenga nada que perder lo libera de compromisos y responsabilidades. Aproveche oportunidades que en otro momento nunca aceptaría y disfrútelas.  El genio Albert Einstein dijo una vez que “en los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Así que ponga la suya a trabajar y no dé marcha atrás.

No se compare. Cada persona va a su propio ritmo y por su propio camino. Siga el suyo y evite la prisa de la competencia, al final lo que importa no es llegar sino cómo vivió el recorrido. Sea consiente de cada paso que da. Si tiene alguna recaída y quiere volver al primer punto, procure que sea corta. Generalmente se tiende a sentir temor  justo cuando se está a punto de llegar.   

Evite la mala memoria. Lo malo de olvidar es que le permite repetir los errores. No es conveniente que se ponga una armadura para enfrentar la vida, pero tampoco puede permitirse vivir perdiendo. Mejor utilice unas rodilleras, porque de seguro volverá a tropesarse, pero caiga con clase y vuélvase a levantar, que de eso se trata la vida.  

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