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Claves para sacarle el mejor provecho a la herramienta del coaching

Contratar a los servicios de un coach no es una decisión que tome a la ligera, de lo contrario se podría perder tiempo y dinero.

12 de mayo de 2015 Por: Redacción de El País

Contratar a los servicios de un coach no es una decisión que tome a la ligera, de lo contrario se podría perder tiempo y dinero.

El coaching es el proceso de aprender a  expandir la capacidad de acción efectiva de una persona o una organización.  Esta herramienta de liderazgo ha ganado  popularidad desde la década de los 90’s, siendo cada vez mayor la demanda de profesionales en el área. Es por eso que muchos han visto una oportunidad en el campo y se han aventurado a trabajar en el tema aún sin tener el perfil o la capacitación necesaria, lo que también ha generado un poco de incredulidad en el concepto. Para Leonardo Wolk, coach profesional con más de 20 años de experiencia internacional, “un coach debe tener una solida formación teórica y práctica, cosa que lamentablemente en el mercado mundial del coaching  no sobra,  porque  hay muchas ofertas de programa de fin de semana que largan al mercado ‘coaches’ sin ningún fundamento  y que le  están haciendo mucho daño a la profesión”. Contratar a los servicios de un  coach no es una decisión que tome a la ligera, de lo contrario se podría perder tiempo y dinero. Leonardo Wolk habló desde Argentina con El País, para explicar en qué consiste la disciplina, cómo se le puede sacar el mejor provecho y de paso,  ofreció su punto de vista sobre como el mercado del coaching se ha ‘bastardeado’.  ¿Qué es el coaching?Es un proceso, no es una técnica ni un arte. Es una disciplina que consiste en aprender, transformar   y asumir la  responsabilidad.Lo entiendo no solo como tener información  de algo, sino también de operar con ese algo. Aprender es expandir la capacidad de acción efectiva. Es transformacional porque en ese proceso de aprendizaje se procura cambiar al observador,  es decir, la particular manera de darle sentido a algo.  Y es un proceso de asumir responsabilidades, entendiéndolo como la habilidad para responder frente a las diferentes  circunstancias a las que la vida te enfrenta. ¿Quiénes lo solicitan?Las personas o los equipos que me consultan lo hacen porque tienen algo que va desde una incomodidad, como mínimo, hasta un nivel de sufrimiento. Porque hay algo que no se puede, que no se concibe, no se le encuentra solución, es decir, se  quiere obtener un resultado que no se  está obteniendo. ¿Cómo sacarle  el mejor provecho?Sin compromiso no hay coaching posible. Para bailar el tango, decimos en Argentina, hacen falta dos. Cuando uno no quiere, dos no pueden. Generalmente el que consulta es alguien que tiene algo que le incómoda y siente que solo no puede. Se debe estar abierto a aprender, es decir, expandir su capacidad de acción efectiva y a transformar el observador que  es.   ¿Cómo se inicia el proceso?El paso cero es crear un contexto de la situación de la organización.  Posteriormente, identificar cuáles son las brechas que se quieren alcanzar y definir objetivos. Es decir, qué tendría que pasar al final de este proceso para que estemos satisfechos con el coach que hemos contratado. Cuando me llaman para solicitar mis servicios, hago un diagnóstico que se basa en obtener la información de la organización,  y así definir los objetivos y las razones que tienen para contratar. ¿Por qué es importante que lo haga una persona capacitada?Un coach debe tener una sólida formación teórica y práctica, cosa que lamentablemente en el mercado mundial del coaching  no sobra,  porque  hay muchas ofertas de programas  de fines de semana que sacan al mercado ‘coaches’ sin ninguna formación y que le  están haciendo mucho daño a la profesión. El coaching  es también poder observar lo que está ocurriendo de una manera diferente, y de esta forma  encontrarle una respuesta diferente  que no depende solo de tener capacidad profesional. El conocimiento técnico no es garantía de resultados, se necesitan otro tipo de habilidades para que la persona haga un proceso de modificación. Además, debe tener un conocimiento de lo que son organizaciones o empresas. ¿Hay muchos coaches  ‘farsantes’?Se están ofreciendo ‘basuras’, incluso podría decirse que el mercado se ha ‘bastardeado’, se hace coaching para cocina, para perros, y otras barbaridades. Desde mi punto de vista el coaching es orientado  a las organizaciones, que no son solamente empresas, también pueden ser colegios, ONG’s, hospitales, entre otros. Cabe aclarar que hay muchos tipos de programas. Uno se puede encontrar con  coaches certificados de programas de muy corto plazo que no han tenido ninguna formación práctica.Hablando de preparación, ¿cuántas horas de vuelo debe tener un coach? Hay diferentes programas o tipos de formación con diferentes tiempos. Hablo desde lo que conozco y manejo que es mi programa, el cual consiste en  nueve meses de formación con un mínimo de 230 horas, de las cuales un 70 % son  de práctica, supervisión y ‘mentoring’, donde no solo se aprende la técnica, sino también la  teoría, porque siempre digo “no hay nada más práctico que una teoría”. ¿Cómo contratar al indicado?Generalmente se hace porque alguien lo ha recomendado o porque su nombre ya es conocido. Se debe prestar atención a su formación, orientación y práctica. Es lo mismo que cuando se consulta a un médico, uno quiere saber su experiencia.  Hay programas de formación reconocidos por la  Federación Internacional de Coaches, ICF, que es el recurso más importante del mundo para coaches profesionales, así como la fuente de referencia para quienes buscan un coach. Cuando se contrata un profesional con este respaldo, se puede tener una tranquilidad de que es la asesoría acertada. Una disciplina

¿Cómo ser un mejor observador?

Hay que asumirse como protagonista  de las cosas que están pasando. Es pensar, “tal vez yo no cause esto, pero de qué manera estoy contribuyendo por lo que hago o por lo que dejo de hacer con esto que está pasando. Cuánta responsabilidad tengo frente a esto”, y cuando hablo de responsabilidad no estoy hablando de culpa, estoy hablando de ¿Qué voy a hacer y quién voy a ser? Esta es la pregunta fundamental y más profunda de un coach, porque en lo que yo haga, voy a definir mi ser.No importa  si se es una víctima, la clave es reaccionar proactivamente. El coach  y el coacheado o el cliente se asumen como protagonistas de su propia vida, de su ser.  Actitud de coachComo coach hay que entender  que no se es un consejero, no se es un consultor, no se le dice al otro qué debe o quién debe ser.Se debe tener una escucha activa y empática  para con el otro, que es un ser independiente,  que tiene su sistema de creencia, su modelo mental y yo tengo que meterme en sus zapatos para entenderlo, no para justificarlo, y a partir de allí, trabajar con él.Cuando escucho y observo a alguien,  no solo en su lenguaje verbal sino también en su lenguaje corporal y emocional. Las emociones son parte de un sistema y son parte de toda organización, hay que saber de emociones para ser líder y para ser coach. Hay que saber gerenciar emociones propias y emociones de otro. El coach debe aprender a hacer una disociación  sentimental para no contaminar el relato del otro con mis propias cosas. Zapatero a tus zapatosLa profesión del coaching es muy noble  y cuando hablo de mi misión hoy en la vida, es para colaborar con los otros en ser observadores diferentes, en asumir el poder que cada uno tiene y en ser protagonistas de su propia vida. No es echarle la culpa a mi jefe, ni a la cultura, ni a la vorágine del tiempo, ni a la organización, sino ser protagonista de mi existencia. Esto no tiene nada que ver con el sicoanálisis, que va por otro camino. Muchos coaches inexpertos también están ejerciendo de sicólogos. Una depresión por ejemplo no se puede curar con coaching, requiere de un tratamiento diferente.Con información suministrada por Leonardo Wolk,  coach profesional, nacido en Argentina.

 

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