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Caleño expondrá la destrucción de Los Farallones de Cali por minería ilegal

Es Andrés Vélez, quién mostrará la situación ante ambientalistas en foro latinoamericano.

11 de noviembre de 2015 Por: Alda Mera | Reportera de El País

Es Andrés Vélez, quién mostrará la situación ante ambientalistas en foro latinoamericano.

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Andrés Vélez, el joven ambientalista caleño que prefiere las lides del sector público a las mieles del sector privado; que opta por  el vínculo con las comunidades vulnerables, en vez de la comodidad de su círculo social, fue el elegido por ‘Global Diversity Foundation’, para llevar la voz de Colombia en la Primera Academia Latinoamericana de Líderes Socioambientales Allsa 2015. Allsa 2015 es una especie de escuela sobre el medio ambiente, que se realizará desde mañana  y hasta el 27 de  noviembre en República Dominicana, donde los invitados tendrán como mentores a cuatro investigadores de renombre internacional.     Ante ellos y ambientalistas de América Latina, Vélez expondrá la destrucción que deja la minería ilegal en Los Farallones de Cali y sus efectos.   ¿Por qué fue  invitado a la Primera Academia Latinoamericana de Líderes Socioambientales Allsa 2015?Cuando estudiaba en  Helsinki, Finlandia, escuché hablar  de ‘Global Diversity Foundation’, una prestigiosa organización de Gran Bretaña y Estados Unidos  que organiza  escuelas ambientales con la Universidad de Berna, Suiza, y el Instituto Rolex. Supe que este año por primera vez iba a organizar la misma escuela en América Latina y me pareció interesante. Me invitaron a participar, lo veía muy difícil porque seleccionan solo a 25 personas del continente, pero apliqué, pasé las dos rondas, me eligieron y para mí es un honor muy grande representar a Colombia en este evento. ¿Qué valió para que lo seleccionaron?Envié mi hoja de vida, algunos trabajos que he hecho, como la divulgación de los peligros del ‘fracking’  y  de la minería ilegal en Los Farallones de Cali, cómo está acabando con esta reserva, donde  los corregimientos más afectados son Felidia, Pichindé y La Leonera y cómo nos afecta a todos. También les referí  las capacitaciones hechas con madres comunitarias en el Distrito de Aguablanca sobre el tema y que los Farallones de Cali es una preocupación que viene de  tiempo atrás. Entonces pesó su trayectoria, a pesar de su juventud...Por supuesto, mi trabajo no es de hoy, es de hace varios años. Creo profundamente en mi país, por eso decidí estudiar derecho y antropología, me lancé al Concejo por Cali y recibí el respaldo de 4300 caleños que están preocupados por los Farallones de Cali, por los animales y ese es un respaldo muy importante a mis 23 años. ¿En qué consiste su investigación sobre minería ilegal en Los Farallones?Es una investigación basada en la información de  Parques Nacionales de Colombia y un trabajo de campo consistente en ir directamente, a constatar la destrucción. Fui tres días a acampar con funcionarios de Parques Nacionales y con el Ejército. Allí hacen el muestreo de contaminación del agua de los afluentes del río Pichindé, es impresionante ver un   nivel de espumas rarísimo por la minería, unos campamentos que tenían hasta columpios, como una ciudad en medio de la selva. Uno se dice: ‘cómo es posible que esto exista’. Vi socavones, como dice en los reportes, de 60, 80 metros de profundidad, pero entrar, como hice a  uno de 162 metros, el más profundo, es verdaderamente impactante: el aire se siente muy denso y con  olor a químicos. Y pude ver de cerca cómo van rompiendo la montaña y van haciendo túneles que la atraviesan. Cuando explotan (cargas explosivas) se forman unos derrumbes y  las piedras caen sobre el bosque y forman esos parches que se ven desde los aviones y  que no permiten que los animales crucen la montaña y  se siente el temor de que con cualquier temblor o derrumbe,  la gente se muera   allá dentro.  Usted denunció  que no se hace nada contra ésto...Ahora ya constaté que el Ejército está allá, la Alcaldía está haciendo un esfuerzo, después de muchos años en que los Farallones no han tenido doliente, pero el problema es  cuando se vaya el Ejército y  vuelvan los mineros. ¿Cuál es su propuesta?Lo que está pidiendo Parques Nacionales y  pido yo, es que haya presencia permanente de la fuerza pública allá. Se van a tener dos puestos de control, uno de la Policía y tal vez otro del Ejército, que por ahora está en  Zacarías, donde estuvimos. Cuando regrese de República Dominicana quiero seguir trabajando en capacitación de la fuerza pública en cuidado ambiental. Es importantísimo porque los únicos guardianes de los Farallones son Parques Nacionales y el Ejército. ¿Y la CVC y el Dagma?La CVC ha sido inepta  porque se tira la bola con el Dagma y este va a dar una partida ahora para la construcción de uno o dos puestos de control, pero de la CVC muy descaradamente, uno de sus funcionarios, dijo en un artículo de El País que no era preocupante la situación de minería ilegal en Los Farallones, porque no se comparaba con la de Zaragoza, pero son  622 hectáreas arrasadas, con un aumento del fenómeno del 152 %. Hay más de 180 socavones, yo recorrí unos diez. ¿Qué meta lleva a Santo Domingo?Vamos a plantear con otros expertos en el mundo qué experiencia tienen ellos para traer  posibles soluciones, porque la minería ilegal no es exclusiva de Colombia, sucede en todo el mundo, en especial en África y en América Latina, en Perú. Y buscar apoyo internacional para poner punto final a la destrucción de los Farallones de Cali.   ¿Qué experiencia rescata de su trabajo social en Aguablanca?Ha sido una escuela impresionante, hace varios años trabajo como voluntario de la Fundación Paz y Bien con la hermana Alba Stella Barreto, de ella he aprendido muchísimo. Es una figura que representa el liderazgo social en Cali. Creo mucho en la inclusión y he conocido gente valiosísima, por ejemplo, mi amiga Kelly, de Potrerogrande, una joven con  un trabajo social de lucha contra la violencia muy impresionante allí. Trabajé con las  madres comunitarias  sobre sentencias de la Corte Constitucional como la de mínimo vital de agua, contaminación por minería ilegal y también, los problemas de sus barrios para concientizar a la gente de no botar  muebles viejos al río o  lavarse los dientes con la llave cerrada.  ¿Por qué opta por el trabajo en lo público y lo social como su proyecto de vida?Creo que de lo  más importante en la vida es la empatía, o  poder ponerse en los zapatos de los otros y ver a través de los ojos de otras personas. Por eso me fui a Finlandia, el país más transparente del mundo, ejemplo en políticas públicas, donde la corrupción no existe, todo el mundo accede a la misma educación, que es excelente, y pública,  y al mismo sistema de salud, es una de las sociedades más igualitarias donde nadie se cree más que nadie. Así debería ser la sociedad, quisiera que así fuera Colombia –sin ser ofensivo– es un poco ambicioso y un tanto lejano, pero se puede lograr con trabajo social, empatía y conociendo la gente. 
PerfilEgresado del Colegio Bolívar,  estudiante de Derecho y de Antropología de Universidad Icesi, con intercambio en la Universidad de Helsinki, Finlandia.Fue pasante  en la Cámara de Comercio de Cali, laboró en  el Congreso de la República, prestó servicio militar “porque creo en el servicio público,  todos debemos hacerlo si de verdad creemos en Colombia”, dice.

 

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