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A Emcali se le evapora más de la mitad del agua que produce

Por fraudes e ilegalidades, la entidad pierde la mitad del agua potable que produce. Nace centro digital hidráulico como respuesta al problema.

26 de mayo de 2013 Por: Unidad Investigativa | El País

Por fraudes e ilegalidades, la entidad pierde la mitad del agua potable que produce. Nace centro digital hidráulico como respuesta al problema.

Llámese fraude, irregularidad, desperdicio u ordeño al desangre en el servicio de suministro de agua potable que padecen las Empresas Municipales de Cali, Emcali, todas estas modalidades tienen en común las pérdidas que le causan a la entidad, debido a que llevan a que se evapore más de la mitad del líquido que los acueductos de la ciudad producen.En otras palabras, más de la mitad de los 21.719.327 metros cúbicos de agua que el año pasado produjo Emcali se perdieron, porque su valor nunca pudo ser facturado.Significó que un 51,6 % del agua que al mes procesa Emcali se queda en los tanques de usuarios indolentes y de ahí va a dar a sus bolsillos, ya que convierten el usufructo del líquido en una fuente de ingreso, pero por la vía fácil, subrepticia e incluso mediante la comisión de delitos.El País conoció un informe en el que se evidencia la descomunal cifra de pérdidas que arrojan los clientes o usuarios que le ‘hacen conejo’ a la facturación.En el reporte se observa que de enero de 2012 a febrero de 2013, “se efectuaron 12.463 cortes de fraudes, que según cifras extraídas del sistema comercial ascendieron a la suma de $759.560.632 por volúmenes dejados de facturar”.Empero, no hay una fórmula con la que se pueda calcular el valor de las pérdidas para Emcali. Un estimativo aproximado da cuenta de que por cada metro cúbico que se pierde en el consumo residencial son $423 que no le ingresan a la empresa, mientras que en el comercial significa $1324 por igual cantidad.Son muchas las formas como Emcali pierde el agua que produce, es decir, no la factura. Están las pérdidas técnicas, las que se dan antes de que el líquido llegue a los medidores de los clientes. Estas se conocen como fugas, que pueden ser las que corresponden a los daños visibles, las no perceptibles y las de fondo.Otras son las pérdidas comerciales, el menor volumen registrado por error al contabilizar y está asociado a los medidores. Se palpan en los fraudes, las acometidas clandestinas, los aforos por debajo del valor consumido, la manipulación de datos, entre otros.Las pérdidas más graves se dan a través de acometidas clandestinas, escondidas tras conexiones normales que permiten al usuario pagar una cantidad reducida, pero su consumo es casi ilimitado.Y una de las más sensibles es la pérdida producida por los Asentamientos Humanos de Desarrollo Incompleto, AHDI, o invasiones. Mientras a inicios de este mes un suscriptor normal residencial consumió en promedio 16,7 metros cúbicos al mes, el consumo de los AHDI por vivienda fue de 53,4 metros cúbicos, lo que evidencia la magnitud de la problemática.Todas estas irregularidades, al igual que las zonas de difícil gestión, “aquellas a las que luego es casi imposible acceder porque el personal es agredido con violencia o asaltado”, tienen a Emcali contra las cuerdas y “conllevan soluciones que escapan al operador”, sostienen directivos de la empresa al referirse a la carencia de seguridad en esos sitios.Peor aún, según los mismos directivos, “en acueducto no existe un registro que evidencie que se sancionó o vinculó a alguien a una investigación penal”.Sin embargo, en la Unidad de Patrimonio Local de la Fiscalía figuran 34 casos activos de 183 denunciados ante ese organismo por defraudación de fluidos, como se tipifica este delito, solo que se archivan porque en su mayoría correspondieron a hurtos de medidores.“Con la denuncia, los dueños de los inmuebles buscan recuperar lo que los inquilinos dejaron de pagar en servicios y como justificación para la reconexión del mismo, pero generalmente se archivan por la atipicidad, es decir, el delito de defraudación de fluidos no se cometió”, reportó un vocero de la Fiscalía.Pero en el caso del delito de defraudación de fluidos, el funcionario fue más allá y precisó que si se interpusiera la denuncia, por cada caso, “habría posibilidad de establecer al posible responsable, pero no se hace”.Esta es una situación que puede derivarse de la política de Emcali.“El tratamiento para los clientes residenciales está orientado al taponamiento de la acometida y la conminación al pago de los volúmenes dejados de facturar y la reconvención en cuanto a las consecuencias que puede acarrear la realización del fraude”, precisó Luis Carlos Cerón, gerente del área de Acueducto.Sin embargo, son los grandes consumidores, en especial los comerciales, los que han puesto en jaque a la empresa.Dado que los valores resultantes de sus consumos son ostensiblemente mayores a los residenciales, el tratamiento de los comerciales se enfoca en la identificación de los bajos consumos y las posibles adulteraciones de la medida.“Se inspeccionan y en el caso de resultar indicios de defraudación, se inicia una actuación de carácter administrativo para proceder al cobro de los volúmenes dejados de facturar durante los últimos cinco meses, que es lo que le permite a Em cali la normatividad vigente”, concluyó el ingeniero Cerón.Centro de Control contra las pérdidasUna moderna herramienta para apoyar la gestión con que Emcali busca la reducción de las pérdidas de agua fue desarrollada por el área de Acueducto y Alcantarillado en el nororiente de Cali y se pondrá al servicio mañana.Se trata del Centro de Control Hidráulico Digital ubicado en el barrio La Base, desde donde se realiza el monitoreo y vigilancia de los 2880 kilómetros de redes hidráulicas de Emcali.“La cifra de pérdidas que se considera normal está en el orden del 30 %, Bogotá y Medellín están en alrededor de 38 % de pérdidas, más o menos normal en el país. Pero Cali ya sobrepasó el 50 %. Es por eso que apremiaba el Centro de Control, una necesidad planteada desde hace tres décadas”, advirtió el ingeniero Eduardo Arbeláez, jefe de Planeación del Acueducto.Precisó que la información que el Centro de Control capture podrá ser observada en los monitores en tiempo real. “Puede manejar el comportamiento de todos los circuitos y calcular el balance hídrico”.La implementación del Centro de Control comprende tres fases, la primera de ellas ya culminó, es decir, la que permite monitorear las variables hidráulicas en todas las unidades operacionales. “Una vez se complete el proceso de sectorización hidráulica que se está implementando en la ciudad, permitirá medir cuánto le está entrando a cada sector, versus lo que se está facturando. Esto ayudará a hacer diversos análisis de consumos nocturnos, bajar las presiones, hacer campañas de rastreo de fugas no visibles -que no afloran a la superficie- para citar solo algunos beneficios”, precisó el ingeniero José Luis Lugo, líder del Centro de Control.

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