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25 viviendas en Siloé corren el riesgo de colapsar y deben ser evacuadas

Informe de la Secretaría de Gestión del Riesgo revela que tienen grietas, filtraciones y barrancos. Después de la tragedia que dejó seis muertos el drama sigue para otras familias.

7 de diciembre de 2016 Por: Diego Polanco / Elpais.com.co

Informe de la Secretaría de Gestión del Riesgo revela que tienen grietas, filtraciones y barrancos. Después de la tragedia que dejó seis muertos el drama sigue para otras familias.

25 viviendas humildes viviendas del sector de Siloé deben ser evacuadas por las familias que las habitan, debido a que presentan problemas de grietas, barrancos, filtraciones de agua y humedad.

Así lo indicó Rodrigo Zamorano, secretario de Gestión del Riesgo de Cali, quien dio a conocer los resultados de un censo que se realizó a unas 60 casas de la ladera de la ciudad, tras el derrumbe que sepultó a seis miembros de una misma familia en la zona. 

Lea también: La tragedia de Siloé podría repetirse en las laderas de Cali

La tragedia destapó el drama de otras familias en el sector, que viven en zozobra por los riesgos que enfrentan ante la fuerte temporada invernal del momento.

Es el caso de Blanca Cecilia Pareja, una adulta mayor de 78 años, quien con un gran esfuerzo construyó su casa hace 40 años y que ahora teme perder por el invierno, al igual que su vida, por los deslizamientos de tierra. 

Su calvario comenzó en la madrugada del pasado 14 de septiembre, cuando se reventó un tubo madre en Tierra Blanca, zona de Siloé, ocasionando inundaciones en las casas aledañas.

Ese día los habitantes dicen haber llamado insistentemente a Emcali, pero no encontraron respuesta; entonces acudieron a los Bomberos y a la Policía. Las personas que se encontraban en riesgo fueron evacuadas, pero no se solucionó el problema hasta la noche.

[[nid:600281;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/12/ep001214007.jpg;left;{Hugo Salazar, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieria Sanitaria y Ambiental Acodal, sostiene que la ladera, antes de poblarse, tenía por lo menos quince quebradas, muchas iban a dar al río Cañaveralejo. }]]No todo paró allí, porque el daño ocasionó en la vivienda de Pareja una serie de filtraciones de agua, humedades y grietas. La ciudadana asegura que volvió a acudir a Emcali por lo menos unas cinco veces, pero no fue atendida.

De hecho, en una ocasión le dijeron que visitarían su vivienda, pero la dejaron esperando. 

Rodrigo Zamorano indica que se han expedido cerca de 25 cheques para que las personas que deben evacuar puedan pagar un alquiler durante 6 meses, mientras se recuperan sus viviendas o se toman las mediadas necesarias.

[[nid:600283;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/ep001214008.jpg;full;{La mujer de tez trigueña y cabellos blancos, nacida en el municipio de Ibagué, madre de dos mujeres y dos hombres, muestra las grietas y humedades que tiene su casa.Foto: José L Guzmán / El País}]]

“Mire cómo me reventó la pared”, dice Blanca Cecilia Pareja o Doña Blanquita como la llaman sus allegados. Aún así, con la poca fuerza que le queda en sus rodillas, sube todos los días unas gradas que conducen a su hogar. Ese que construyó con su difunto esposo Julio Osuna. 

Por el riesgo que corre, doña Blanquita tuvo que mudarse a donde una de sus hijas. Sin embargo, no le gusta la idea de dejar su casa porque representa todo su patrimonio y con ella sacó adelante a toda su familia.

Entre tanto, el jefe del Departamento de Atención Operativa de Emcali, Diego Bolaños, se comprometió a que en los próximos días será visitada la vivienda de la señora Blanca Pareja, para realizar una revisión técnica y así determinar el arreglo que se requiere.

Según el funcionario, en los últimos días han rastreado la zona de Siloé donde encontraron cuatro daños de acueducto: dos corresponden a la res matriz y los otros dos a instalaciones.

Dice que los daños ya fueron reparados y se encontraron en la comuna 20 en los sectores de La Mina y La Nave.

Además, Bolaños extendió un llamado a las familias de viviendas que presenten este tipo de problemas para que se comuniquen con la entidad y así proceder a realizar una visita al sitio.

[[nid:600285;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/ep001214011.jpg;full;{Eliana Mejía, madre soltera de cuatro niños, sostiene que su temor se ha incrementado tras la tragedia que dejó seis muertos en Siloé. Foto: José L Guzmán / El País}]]

La historia de esta habitante de la ladera es la misma de otros vecinos que también se ven afectados por las fuertes lluvias.

Eliana Mejía Vernaza es una madre soltera, quien junto a sus hijos y su mamá luchan a diario con un barranco que se encuentra en la parte trasera de su casa y un árbol que amenaza con caerse.

Cuando llueve se llena de agua barro su casa y se escurre hacia otras viviendas. En una de ellas también reside su prima Claudia, otra afectada por el invierno.

Mejía Vernaza pide al Municipio un muro de contención y que corten el árbol para prevenir un tragedia más.

Hace al menos ocho años, en esa parte trasera de su vivienda había una habitación. Esta madre recuerda que cuando se encontraba en dieta de su segundo hijo, ella pasaba las noches allí, siempre con el riesgo latente de un colpaso, pues con las lluvias la tierra se fue desmoronando.

“Esa noche me acosté, cuando hacia las tres de la madrugada se derrumbó el barranco y casi me atrapa con mi bebé en brazos y mi otro hijo. Tuve que tomarlos y tirarme con ellos a una esquina de la habitación, no sabía que hacer, fue un momento de desespero y tensión hasta que mi madre junto a otros familiares vinieron y me ayudaron a salir, gracias a Dios no pasó nada grave”, recuerda.

[[nid:600277;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/12/ep001214005.jpg;full;{Cerca de 200.000 familias (30 % de la población) vive en la ladera, en suelos que según el Plan de Ordenamiento Territorial ya se consideran urbanos.Foto: José L Guzmán / El País}]]

El derrumbe acabó con esa habitación y alcanzó a dañar parte del baño, que hoy se encuentra con grietas que cada vez se abren más.

Esta afectada dice con nostalgia que sus noches después de la tragedia del pasado 2 de diciembre ya no son iguales; no duerme bien, pues mantiene alerta y teme que el barranco se venga abajo y termine enterrándolos a todos. 

Ella le pide al Gobierno Municipal una ayuda para mitigar los efectos que ha dejado el invierno en su vivienda.

Debajo de la casa de Mejía Vernaza vive su prima Claudia Mejía con su esposo. Su vivienda también ha sido afectada por el invierno, “las pequeñas grietas se convirtieron en huecos”, dice la ama de casa angustiada.

Cuenta, por ejemplo, que su baño ya está muy viejo y debe ser reparado pero que no cuenta con el dinero suficiente para reconstruir uno más fuerte.

En la parte trasera de su vivienda hay unos bloques de piedra que amenazan con venirse abajo y podrían ocasionar una desgracia.

“Mi casa se inundó cuando se dañó el tubo madre en Tierra Blanca; el agua salía de todo lado, no sabíamos qué hacer, fue un momento de temor y desespero. Pensamos que íbamos a quedar sin nada y temimos que se viniera abajo la casa”, relata.

Otros vecinos tratan de arreglársela como puede. Es el caso de Cristian Rodríguez, quien recuerda que hace cerca de 20 años se había caído un muro que sostenía parte de su casa y que si bien no dejó heridos sí un gran desastre. Él, junto a su familia, poco a poco reconstruyó ese muro, pues no iba a permitir que su vivienda se viniera abajo.

“Cuando uno ve el daño, uno debe subsanarlo, hay que arreglar las cosas y no dejar que cojan vuelo”, indica Rodríguez pero reconoce que muchos no tienen la posibilidad económica de hacer sus reparaciones. 

“Con mucho esfuerzo he construido mi casa, con el apoyo de toda la familia, ha sido un trabajo duro, pero necesario para poder sobrevivir, esta es la vida que nos tocó vivir y así la llevamos nosotros”, cuenta Rodríguez.

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